jueves, 28 de diciembre de 2017

ITALIA CONTRA ISRAEL


Este título bien podía haber sido una final de un campeonato del mundo de baloncesto o balonmano o incluso una final del Festival Eurovisión, pero no. Ha sido la final de la XX Copa del Mundo “Ciudad de Burgos” de Esgrima Sub 20 de espada femenina celebrado este pasado fin de semana en Burgos. Al igual que la Navidad, el aguinaldo o las muñecas de Famosa, también ha vuelto el Campeonato del mundo. Este año rompiendo todas las expectativas y con la participación de cerca de 200 tiradoras y más de 30 países incluyendo entre ellos, lugares tan poco colindantes como Paraguay, Singapur o Canadá.

Para ello el Club de esgrima SAESBU ha forzado la máquina y, de nuevo contando con la ineludible cooperación de alumnos, padres y entrenadores del Club, ha sabido organizar un campeonato donde el esmero y la entrega han sido la tónica general que bien han sabido agradecer los asistentes y participantes con sus felicitaciones.

Sin embargo, los observadores internacionales han avisado que con estos niveles de participación el espacio es corto, por lo que el próximo año será necesario buscar un lugar de más relevancia para realizar estos actos. No se me ocurre otro más significativo que el Coliseum de Burgos. Veremos.

Pero ¡ay!, a la hora de la representación de las grandes autoridades de la ciudad y no obstante los buenos méritos de la concejal de Cultura y resto de los invitados al acto, de nuevo los participantes y público no hemos podido ser distinguidos con la asistencia de personas de relevancia, tanto del Ayuntamiento como de la Diputación. Alguna mente habrá barruntado que en Burgos se puede celebrar en cualquier momento una final de algo entre Italia contra Israel, por lo que obviar la importancia de un Campeonato del mundo, aunque sea de esgrima, aunque sea femenino y aunque sea de menores de veinte años, tiene su aquello.

Señores políticos, reflexionemos y estemos a lo hay que estar y defendamos lo que tenemos dándole toda la relevancia e importancia posible, con el bombo y boato necesario para que se conozca en la Comunidad y fuera de ella. Pocas oportunidades habrá más claras de lanzar la ciudad al interés general que con algo que viene dado.


Todavía habrá algún iluminado que se plantee que una ciudad como Burgos puede estar en disposición de organizar unas Olimpiadas, un campeonato del mundo de futbol o un Festival de Eurovisión. Despertemos y seamos realistas. Si en algo nos podemos distinguir del resto de las provincias de la comunidad o del resto de España es en estas actividades deportivas por lo que impliquémonos en ellas y démosle la relevancia que se merecen.

¿Y ahora qué?


Cuando estoy empezando a escribir este artículo es la mismísima noche de nochebuena. Parece que hoy, un día tan señalado como este, no habría noticias interesantes que publicar en un artículo pero resulta que hemos tenido la suerte de qué hace dos días se han publicado los resultados de las elecciones en Cataluña y además ayer mismo fue el clásico con el resultado más poco esperado por los merengues de los últimos años. Además es una fecha muy cercana al comienzo de las obras de la Plaza Mayor.

Sobre la primera estaríamos pendientes del "y ahora qué". Rajoy y el gobierno han puesto en marcha el artículo 155 para aliviar una situación que estaba empezando a ser problemática y conflictiva no solo para Cataluña sino para el resto de España.

Por su parte, la gente de la calle esperaba un resultado que solucionara precisamente esos problemas. No ha habido suerte. No ha habido suerte porque el resultado ha refrendado lo que había, casi la mitad del electorado catalán pretende la independencia basándose en las promesas electorales que le hacen sus partidos políticos. Cercano el otro 50% ha apoyado un partido constitucionalista que por primera vez en la historia ha sido capaz de ganarle a los independentistas y nacionalistas. La pena es que Inés Arrimadas, tal y como están las cosas y a no ser que haya algún tipo de milagro numérico electoral, no va a poder dirigir nada más que su propio partido.

Al César lo que es del César y al Barça lo que es del Barça, le ha dado una paliza en toda regla al Madrid que lo ha dejado doblado y además en casa los merengues han salido del partido pensando qué es lo que había pasado en el campo. Algún tipo de sueño en la misma línea el pensamiento que habrán tenido los forofos del Deportivo al salir de la paliza que le ha dado el Celta.

Son las cosas de la Navidad con la diferencia de qué como vemos muy buen ambiente y lucecitas por la calle cambiamos un poco la cara de vinagre que nos acompaña el resto del año y procuramos sonreír, eso es bueno. Viva la Navidad.

martes, 12 de diciembre de 2017

Juramentos y promesas.

Empezaba el ceremonial: levante la mano derecha y ponga la izquierda sobre la Biblia: jura decir la verdad toda la verdad y nada más que la verdad. ¡Lo juro! 
Así lucía en aquellas viejas series americanas de abogados de los años sesenta con puertorriqueño doblaje. Aquel compromiso hacía sacrosanta la declaración. 

También en España hemos usado el juramento. Y mucho. Fue celebre el juramento a la Bandera: soldados juráis por Dios y por vuestro honor defender a España… ¡Sí juramos! 
El de abogados y procuradores, de médicos, de políticos e incluso el juramento gitano. 

Luego llegó la Constitución con sus modernidades y pasó a discernir que jurar era algo poco voluntario y que además de comprometido tenía mucho que ver con la religión por lo que se pasó al nuevo sistema, algo más liviano, de juro o prometo. Aun así, nada cambió y la jura y la promesa siguieron teniendo el mismo valor legal y consecuencias en caso de incumplimiento. 

Después aparecieron los partidos emergentes y aquellas fórmulas que se habían asumido como imperativas a la hora de acceder a ciertos cargos, modificaron su dictado haciéndonos desconocer si se juraba o no se juraba. Las variaciones fueron numerosas. Hubo fórmulas como aquella de “lo juro por impedimento legal” o lo “juro porque si no, no me darán el cargo”. De seguir así, acabaremos jurando por Snoopy, por mis zapatos Manolo o por la gloria de mi madre. 

Recientemente el juez LLarena del Tribunal Supremo ha exigido juramento a los ex consejeros de la Generalidad para que hagan voto de ser buenos, de no volver a forzar una declaración de independencia o para no volver a ser parte de una rebelión para desgajar una parte del territorio nacional. Esto que puede parecer poco indicador, ya tiene nombre y se le ha llamado vía Forcadell para escaquearse de “villa candado”. 

Junqueras y Forn no me caen bien. Es más, nada bien, pero tengo que reconocer que le han echado pelotas. El juez les ha preguntado si iban a ser malos y seguro que con una sonrisa picarona han dicho ¡siii! Y el juez les ha dejado en la trena. 

Pero los otros han tirado por otro camino y han jurado o prometido todo lo que les han puesto delante con tal de salir de aquella situación carcelaria. Que si sólo era una declaración simbólica, que si no era de verdad, que si no vamos a volver a la vía unilateral… han dicho y el juez les ha “creído” y los ha mandado a casa. Ese juez es una madre. 

Cierto es que el artículo 24 de la Constitución permite a cualquiera mentir con tal de no declarar contra sí mismo, pero más parece qué, cercana la Navidad, lo que ha hecho ha sido darles el aguinaldo.

martes, 28 de noviembre de 2017

INÉS ARRIMADAS.

Ya he escrito sobre Rivera y su partido Ciudadanos y me ratifico en lo escrito pero, faltaba algo de suma importancia. Ningún jefe de partido es alguien sin sus colaboradores. Lo esencial en un líder de un partido político es saberse acompañar de unos secundarios de lujo que lustren y brillen las directrices que se quiere irrogar el partido. 
Rivera ha tenido suerte. Entre otros muchos, dispone en las filas del partido en Cataluña de la nueva aspirante con perspectivas a presidenta de la Generalidad de Cataluña.

Inés Arrimadas, con voz angelical e ideas claras, es la candidata del partido para las elecciones autonómicas del 21 D para hacer frente a los pesos pesados que le lancen. 
Sus argumentos, sencillos y aplastantes: conseguir apartar del gobierno de Cataluña a quienes pretenden la secesión, división o independencia de una autonomía rota por los afanes independentistas de unos pocos y volver a poner a Cataluña en el lugar del que nunca debió salir. 

Hemos visto como los partidos independentistas han transformado la realidad en un campo de minas solo para no nacionalistas. Hemos visto como para mantener un estatus de hipotética nación se han pasado por el arco del triunfo la historia reciente de Cataluña y la historia más antigua de España y hemos visto como significándose en su recalcitrante postura han alegado sangre en las calles o hacer un referéndum para salir de la Unión Europea. 
Ella ha dicho que lo remediará y la creo. Quizá no estés de acuerdo con ella, pero no miente. Ponga una Arrimadas en su vida. 

Rivera lo ha visto y ha dicho que la próxima presidenta de Cataluña será ella y además apoyada por una mayoría silenciosa que eliminará de una vez por todas la lacra del independentismo y la secesión Cataluña. 
Para ello, han ofrecido a las fuerzas del orden constitucional la opción de una cooperación masiva de fuerzas donde la unión evite el nuevo encumbre del nacionalismo más obstinado. 

Pero… ¡ay! Iceta y Sánchez no están por la labor y armados con el látigo de la intolerancia y olvidando que han pactado con Unió (fuerza política con evidente talante conservador y de derechas de toda la vida), han cargado contra ella llamándola ariete de derechones, adlater del PP y otras lindezas y asegurando que no la harán presidenta. Que cosas. Ella ha contestado diciéndole a Sánchez que deje de pensar en votos y sillas y se dedique a pensar en las personas. 

Así es España. Nuestros políticos llevan unas "burreras" que no permiten distinguir más allá de su propio interés y prefieren la ignominia de ver cómo los mismos de antes vuelven como emperadores al imperio que han dejado como unos zorros, a hacer frente común uniendo fuerzas y posibilidades. 

Esperaremos. Forcadell lo anticipó cuando la llamó señora presidenta y ella estuvo al quite con esa voz suave contestando algo así como “Todavía no …” ¿Será una premonición?

martes, 21 de noviembre de 2017

20-N

AYER FUE EL 20-N. Quizá los más jóvenes no lo recuerden, pero ayer hizo 42 años que murió el dictador Franco. En estos años hemos visto como poco a poco se han ido transformando todas las estructuras de un régimen que había durado casi 40 años y cuyo creador había sido el máximo exponente de su propia creación, sujetando con mano de hierro a una población que pedía a gritos libertad e igualdad. 

Eran tiempos de boina y pantalón de mahón, de falta de modernidad y de carencia de derechos, pero todavía algunos le recuerdan. Tantos años de historia no se borran de un plumazo y hasta no hace mucho, unos pocos nostálgicos se reunían, ya fuera donde se encontraba su tumba o en alguna manifestación al aire libre, para recordar con aflicción aquellos tiempos. 

Franco pretendió que su régimen le perviviese a sí mismo y nos dejó para los anales una máxima que, afortunadamente, no se mantuvo más que un par de años. De lo que podía suponer aquello de “dejarlo todo atado y bien atado”, lo único que le ha subsistido es que más de 40 años después, todavía nos encontramos con políticos, muchos de ellos que no han conocido ni vivido en esa época, que para rematar una manifestación o declaración que han hecho acaban llamando “franquista”, al contrario. Tantos años después y con una Ley de Memoria Histórica aprobada con amplia mayoría, todavía se sigue con ciertas coletillas. 

Lo cierto es que en los años en que Franco dirigió el país, nunca llevó al Ejército a la calle ni nunca se produjeron los altercados con que nos ha amenazado esta semana la señora Marta Rovira, a la sazón candidata por ERC a presidenta de la Generalidad de Cataluña en las próximas elecciones del 21 de diciembre. Esta buena mujer nos ha despertado con una película de terror del Ejército español camino de Cataluña para acabar con el “proces” en medio de un baño de sangre. Ya le vale. 

Declaraciones de este pelo recuerdan que los herederos del dictador todavía pueden andar pencando a sus anchas por la rígida España regional. Pocas cosas se parecen más a una declaración de principios dictatoriales que calentar a la parroquia con afirmaciones como esas. Los dictadores se han ido para no volver y afortunadamente hemos sido capaces de conseguirlo sin una mala bala ni una gota de sangre. 

La recomendable novela “Y al tercer año resucitó” de Vizcaíno Casas nos relata la historia de la España que se encuentra, un Franco resucitado. Acaba volviendo al Valle de los Caídos al no ser capaz de asimilar la nueva democracia. Seguro que, ante declaraciones como esas, soltaría una risilla.

martes, 14 de noviembre de 2017

INDEPENDENCIA.

ME CUENTAN que en una encuesta publicada en una reputada revista, se dice que los hijos abandonan el hogar familiar más allá de los 30 años, manteniendo hasta esa fecha un estatus de custodia compartida de ambos padres en espera de tiempos mejores para dejar la morada familiar, colocando a los padres en esa tesitura que últimamente se viene a llamar “el síndrome del nido vacío”. Es la independencia por fin. 
Han tardado 30 años y se van, pero cerca. Se van casi a la vuelta de la esquina, pero a los cuatro días están de vuelta a cenar porque nadie hace la sopa como mamá o por qué las croquetas de mi abuela son tan sagradas como el aire. Cierto como la vida misma: en ningún sitio como en casa. Pero eso sí: no se pueden llevar la cama.

Pero hijos hay que, habiendo vivido toda la vida pegados a las faldas de su madre, un buen día cogen unos amigos raritos y dudan de las excelencias de la casa: que aquello está mal, que ya no cocinas como antes o que ya no me entiendes cuando te pido dinero prestado. Por eso, ahora me voy y no vuelvo.

A los catalanes les ha pasado algo así. De ser los hijos pródigos, de haber recibido durante décadas y décadas ayudas por todo y para casi todo, de haber sido la región más atrayente de la península han pasado a ser un compendio de errores y deslices con una forma de actuar que ha demostrado una total falta de consideración con los padres que les habían mantenido en aquella feliz posición. 
Pero, he dicho los catalanes y me rectifico. No todos los catalanes. Solamente aquellos que creyendo que ya habían sacado de la teta toda la leche posible, han pretendido seguir solos sin pararse a pensar que las normas en que se habían amparado hasta el momento seguían estando vigentes y no podían irse llevándose la cama. 
Era de esperar, los padres han debido actuar de oficio. Arreglado, de momento. 

Ahora bien, somos españoles y siempre acabamos copiando de por ahí y aunque pueda parecer una mera anécdota, a Cataluña le ha salido un separatismo dentro del separatismo mismo y ya ha recibido avisos del Valle de Arán de que también quieren independencia. O las Machorras, en el término provincial de Burgos, que ha amenazado con pedir la independencia de Espinosa de los Monteros. 
El camino ha quedado abierto, pero por más independencia que se pretenda, no olviden que seguimos siendo los mismos. Léase el viejo refrán popular: dos que se acuestan en el mismo colchón se levantan de la misma condición.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

I HAVE A DREAM.

YO TENGO un sueño. Así empezaba el discurso más famoso de Martin Luther King, dado desde el Monumento a Lincoln en 1963, durante la Marcha por el trabajo y la libertad. King expresaba en él su deseo de un futuro en el que las personas negras y blancas pudiesen coexistir en armonía y como iguales.

La realidad era que las personas negras no tenían más derechos civiles que los pocos que les dejaba la dura segregación realizada por las personas blancas, donde la falta de principios y la supremacía de unos sobre otros era más que evidente.

Esta marcha por los derechos civiles se ha repetido una y otra vez a largo del tiempo en multitud de países, siempre exigiendo la eliminación de las violaciones de derechos y el retorno al estado de derecho.

Los países de la Unión Europea y prácticamente todos los países de occidente han entendido que esto debe ser así y han adecuado sus legislaciones a un marco de legalidad en el que no existen diferencias de igualdad y libertad entre las personas que lo habitan. Pretender que España es un país que favorece violaciones a la libertad de las personas, desigualdades entre ellas o que permite cualquier tipo de vulneración de los derechos fundamentales de las personas es una boutade. Por eso mismo extraña que el expresidente de la Generalidad se haya ido a Bélgica huyendo de la falta de derechos y libertades que según su opinión se proclama en España.

Ciertamente, por primera vez en la reciente historia democrática de este país, el estado de derecho ha utilizado uno de los artículos más duros de la Constitución Española para preservar los derechos de todos los españoles y guiados por un “tardón” presidente Rajoy, ha tomado las medidas necesarias para volver al estado de sensatez política exigible en cualquier país democrático. Como consecuencia de esa actuación el parlamento catalán ha quedado disuelto y los miembros del gobierno han pasado a disposición judicial y posteriormente a prisión. Se viene a decir ahora que España es un país que no respeta los derechos civiles o que la justicia no ha actuado equitativamente.

La juez instructora del procedimiento sencillamente ha atendido a los hechos, interpretado la ley y la ha aplicado con criterio, independencia y legitimidad. Ahora esta misma estructura ha enviado una euroorden de detención contra Puigdemont y éste debe volver España con presteza y ponerse a disposición de la justicia. Con ello el estado de derecho le dará la oportunidad de expresarse y manifestar los motivos por los que ha pretendido la secesión de España. No Sr. Puigdemont. Lo suyo nada tiene que ver con la lucha por la recuperación de los derechos humanos proclamada por el Dr. King.

martes, 24 de octubre de 2017

Difíciles decisiones.

CUANDO el Estado se ve impelido a exigir el cumplimiento de la Ley y éste no se realiza de manera voluntaria se ve obligado a utilizar medidas coercitivas para exigirlo. El resultado voluntarioso nada tiene que ver con un resultado forzoso, por lo que el éxito final solo puede plantearse en una consecuencia de futuro. ¿Qué va a pasar ahora?

Durante muchos años, los políticos catalanes basándose en premisas erróneas, han asegurado que Cataluña ha sido siempre una nación, que históricamente siempre ha existido, que España roba a Cataluña o que Santa Teresita del Niño Jesús era catalana. Planteamiento y afirmaciones asumibles, que en su debido momento han recibido debida contestación.

En el hemiciclo los políticos, avispados, pero poco fieles a la cierta realidad histórica, han ladeado la legislación vigente y con un planteamiento nada democrático han puesto en marcha este procedimiento con el nombre propio de ‘proces’. Así, basándose en promesas de un futuro soberanista, han exaltado a esa parte de la sociedad catalana hasta un punto de inflexión de difícil retorno. La Generalidad con todo en contra, ha forzado una situación de pre independencia y posteriormente de independencia que ha sido bien admitida por personas que, fieles a ideas preconcebidas, las han defendido en la calle, en los colegios, en las Universidades..., pensando que la Ley y la Justicia podrían pasar por el arco del triunfo. 

Era de suponer que, a sensu contrario, el Estado se vería obligado a actuar poniendo los medios constitucionales al alcance y al servicio de aquellos que, constreñidos por falsas mayorías electorales, se habían visto obligados a acatar unos resultados que en nada les afectaban. 

Lamentablemente, España es el gran referente del aforismo «se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena» por lo que, dado que hasta este momento a ninguno de los gobiernos anteriores se le había ocurrido pensar que una situación como ésta siquiera se pudiese plantear, habían dejado sin desarrollar el artículo 155 de la Constitución. 

A Rajoy y su gobierno le ha correspondido el dudoso honor de poner este instrumento constitucional al servicio de los españoles, y aun cuando no se puede decir de él que sea un lanzado o se deje llevar por sus instintos más primarios, ha puesto en marcha lo que a entender de su gobierno deben ser las medidas a tomar para defender al país de este ataque contra la Constitución. Imposible saber cuál será su recorrido o cuáles sus resultados, pero grandes firmas de la política nacional ya han prestado su apoyo asumiendo el gasto electoral y no electoral que lleve consigo tal ejercicio. Incluyendo, lógicamente, el ejercicio de todas aquellas acciones necesarias si el obligado se negase a su cumplimiento.

martes, 17 de octubre de 2017

El dragón constitucional.


HACE MUCHOS años, cuando hacía la mili, vinieron a mi ciudad los primeros soldados de reemplazo procedentes de Cataluña, a hacer su Servicio Militar. Todavía no existían las Comunidades Autónomas, pero había un regionalismo sano, acendrado y competitivo que “alguien” había sabido inculcar en nuestra forma de ser. Evidentemente se les llamó catalanes. 
Nada mejor en una época en que los apodos debían ser simples: catalán, gallego, asturiano, vasco… Enseguida se demostró su habilidad para adaptación al medio. 

Aquellos catalanes traían consigo las letras de Raymond o de Luis Llach y ya fuese por el ritmillo que tenían o por lo que decían las letras, todos en aquel cuartel cantábamos a gritos la letra de “La estaca” o aquella “Gallineta” que nos hacía saltar de nuestros asientos cuando llegaba el estribillo y todos a la vez pedíamos amnistía y libertad o gritábamos “visca la revolución”. Recuerdo con nostalgia a uno de ellos que, pacientemente, me enseñó a tocarlas con la guitarra. 
Teniendo en cuenta el lugar, no parecía muy revolucionario que aún reciente la muerte de Franco se reunieran un grupo de soldados gallegos a cantar una canción catalana de la que, en la mayoría de los casos no entendíamos la letra. Todo lo que se pedía en aquellas canciones se ha conseguido y con creces. Por ello mismo aquellas canciones han pasado al olvido.

Al Presidente Puigdemont se le ha requerido sobre si declaró o no la independencia de Cataluña. El Gobierno ha dado unos días para contestar con claridad, exactitud y precisión, con una mera palabra, si lo hizo o no. 
Rajoy pretendía eliminar de un plumazo aquella parrafada sin razón en la que, con una impecable técnica de ambigüedad, acabó viniendo decir que la declaraba, pero no. 
Ahora, como si de una contestación de Groucho Marx se tratase, aquel ha contestado diciendo que “no va a responder a esa pregunta” bla,bla,bla, acusando un exceso de soberbia al pretender ponerse al mismo nivel que el gobierno del Estado. 

En aquellas lejanas fechas, en que deseábamos tener un rato libre para juntarnos con los catalanes y cantar alguna canción revolucionaria, nunca se nos habría ocurrido pensar que la situación pudiese llegar a los extremos que ha llegado. Que por la soberbia y arrogancia de unos pocos se quisiesen eliminar de un plumazo tradiciones y costumbres. 
Aquellos catalanes, quizá padres de los que hoy se empeñan en deshacer su país, contaban con las simpatías del resto de España. Éstos, lo único que conseguirán será despertar a un dragón constitucional que bien debería haber quedado dormido.

A la memoria de Ricardo Gascó.

miércoles, 11 de octubre de 2017

VAQUEROS Y PATATAS.

TODO el mundo sabe que cuando llegan estas fechas empezamos a padecer una modorra que normalmente se nos acumula en el cuerpo durante lo que queda del invierno. Miramos al cielo y con su colorido cobrizo, nos da la impresión qué hemos entrado en la cueva y ya debemos esperar hasta que llegue de nuevo el sol. Por algún motivo climatológico que no alcanzo a comprender, todavía estamos en ‘veranillo’, pero con cerca de 30° nadie diría que éste es el Burgos de otros años. El Ayuntamiento ha sabido aprovechar esta mejora climatológica y se ha apuntado unos buenos tantos con sus últimas celebraciones: el Enclave de calle, la Tribu o el espléndido fin de semana Cidiano de la semana pasada en los que, como otros años, ni llovió ni tronó, ni cayeron chuzos de punta, sino todo lo contrario. 

El problema es que las actividades lúdicas programadas para estas fechas, cuando son tan exitosas como esas, nos hacen echar en falta posteriormente un entretenimiento que cubra el tiempo como lo han cubierto estas y ahí es donde se trata de buscar un reclamo para evitar que el fin de semana pase sin pena ni gloria. Ha habido suerte. Después de mucho tiempo planificándolo y siempre dejándolo pasar por otras cuestiones, este domingo me he acercado al cementerio de Sad Hill, a pocos kilómetros de Barbadillo del Mercado. Para aquellos que no les suene, decirles que allí es donde, en la imaginación de Sergio Leone, el famoso Bill Carlson dijo que estaba la tumba de Arch Stanton, donde se escondía la famosa caja de dólares que luego el Rubio, Tuco y Sentencia se encargaron de buscar en ‘El bueno, el feo y el malo’. Una visita inolvidable y muy recomendable. Sudas un poco para subir los más de tres kilómetros de pista sin asfaltar, pero luego vale la pena. 

A la vuelta una parada en Tardajos aprovechando que con una climatología ideal se celebraba la fiesta de exaltación de la patata. Con costillas, con venado, con congrio o simplemente en tortilla de patatas la patata cumplió de nuevo su misión de ser el producto pobre más rico de nuestra gastronomía. 

Imposible pensar en comer al volver a casa. La grandeza de los colectivos y asociaciones allí congregados ofreciendo tales viandas a todos los que por allí pasamos no tiene parangón. No pararon hasta que acabamos de saciar todo nuestro apetito. 

Y a todo esto una charanga formada por poco más que una dulzaina y un bombo, animó sin descanso y sin piedad a toda la concurrencia, haciéndoles cantar desde las más típicas canciones burgalesas hasta el himno nacional. Chapeau.

martes, 3 de octubre de 2017

Los premios a los patéticos.

LOS OSCAR de Hollywood, llevan consigo su ‘antichollo’ que son los trámites para las prenominaciones a los premios Golden Raspberry-Razzie (un juego de palabras entre frambuesa dorada y pedorreta) a los peores actores, directores, guionistas… etc. también del cine de allí. 
Si tuviésemos en España un galardón similar, se lo podríamos otorgar a los políticos catalanes por la obscena gestión que se ha hecho del llamado ‘proces’ y la presumida independencia de Cataluña. Estos, han conseguido hacer una película mediocre, con una mala dirección y una pésima interpretación de sus actores que seguramente ganará el premio a la peor película extranjera. La red, whatsapp o los emails que van de un sitio a otro del mundo en un instante, demostrarán que el premio es merecido. Patético. 
Pero eso sí: ha habido consulta y el Gobierno no ha sabido/podido evitarla. Basándose en la técnica del tapadillo, sin apoyo interno, externo, internacional, ni siquiera de la liga de futbol, el hasta ahora presidente Puigdemont ha salido airoso de un envite que nunca se le habría debido dejar iniciar. Había dicho que la independencia seguiría delante y lo ha cumplido. Además, en medio de un baño de masas se ha atrevido a decir que han ganado. Se le debería caer la cara de vergüenza. Unas urnas de todo a cien (de plástico y opacas), con los ‘votantes’ fotografiándose echando el papel (sin sobre) en ellas hasta cuatro veces. Urnas caídas en la calle y las papeletas por el suelo. Citar como ‘censo universal’ al descontrol a la hora de no tener un censo o la presunción de que las urnas venían con papeletas de ‘serie’ antes de ser ubicadas en su almacén o garaje donde finalmente fueron emplazadas. 
La Policía Nacional y la Guardia Civil, rodeadas y amedrentadas, aguantando como podían el chaparrón, observando como la Policía Autonómica Catalana se ponía de perfil. El incumplimiento flagrante de las instrucciones y las advertencias del TSJ Cataluña y del Tribunal Supremo. Y mientras los estibadores negándose a cumplir la Ley. Patético.
Y lo peor han sido las noticias que de cara al exterior se han permitido dar las cabeceras de los principales periódicos de occidente, con un pecar evidente de desinformación e incluso de amarillismo, basándose exclusivamente en las imágenes de unas televisiones que han hecho el caldo gordo a esa pseudo consulta.

La pregunta que se hace todo el mundo ahora es ¿y …, que va a pasar a partir de ahora?:¿una declaración unilateral de independencia?, ¿la creación de una república catalana?… Lamentable. Mala película y malos actores. Es evidente la necesidad de tales premios. En espera de noticias, les dejo a todos nominados.

martes, 26 de septiembre de 2017

Señores políticos: quedan cinco días.

Como si de “Juego de Tronos” se tratase, Cataluña ha estado más de 30 años dando pequeños pasos de poder para consolidar su posición actual. Aunque no todos los catalanes han actuado activamente, si ha habido pasivos que se han limitado a esperar y ver venir las olas. 

Desde los tiempos de Pujol y el “España nos roba” hasta el actual 1-O, hemos visto pasar todo tipo de intrigas palaciegas y su corolario actual en la reconversión producida en los ciudadanos, inconscientes de que el fin podría ser una declaración de independencia. 
Primero la educación, luego la sanidad, luego la seguridad y ahora todo. El próximo 1 de octubre los catalanes (algunos) pretenden levantarse contra el resto del Estado para agradecer sus servicios prestados y largarse. 

Tal desatino lo encabeza Puigdemont qué como si de un caminante blanco de los de R. R. Martín se tratase, aparece dirigiendo el ataque contra la Constitución y el Estado de Derecho como cabecilla de los insurrectos, sostenido por una historia poco probable y un presunto derecho ancestral, olvidando que para tratar cualquier clase de segregación de parte de España han ser los españoles quienes voten tal supuesto. Todos los españoles.

Para ello, han concurrido a todos los factores: la escuela, la calle, la policía… pero no han tenido en cuenta el factor que será el que desbarate cualquier secesión que se pretenda. La Ley. Sí. Aquella que nos obliga a todos con sus interdicciones y prohibiciones y que será la que les haga volver al redil. Perderán. 
Al igual que en la obra de Martín, la Ley pasará por encima de extravagancias y será aplicable a aquellos que la incumplen. 

Nuestros políticos, garantes de nuestros derechos deberán exigirlo. Cuando ellos llegaron al poder que ocupan ahora, ya estaban allí la Constitución y el resto de las grandes leyes que componen nuestro ordenamiento jurídico y por sus votos juraron defenderlas y acatarlas. 
El Código Penal o la Ley de Enjuiciamiento Criminal son herramientas más que suficientes para mantener a raya cualquier desafío que se pretenda. Ahora los ciudadanos necesitamos que esa defensa sea palmaria y que los políticos actúen en consecuencia defendiendo nuestros intereses sin fisuras, sin tapujos, sin medias tintas que pretendan lecturas equivocadas de la Ley o malas interpretaciones. 

Si España ya era eso cuando ellos llegaron, deben usar su actual poder para procurar mejorarla, pero no para acabar con ella. Decía el juramento a la Bandera que antiguamente se hacía aprender de memoria a los reclutas…”si así lo hacéis la patria os lo agradecerá y premiará, sino mereceréis su castigo como indignos hijos de ella”.

martes, 19 de septiembre de 2017

PUEBLOS DE BURGOS.



Ahora que las vacaciones han pasado de largo y la ¿normalidad? vuelve a nuestras vidas, vuelve con ella el ajetreo laboral, social y político que nos abrumará el resto del año. Es tanto que a veces cuesta encontrar una actividad para los fines de semana que desocupe y descargue la mente. Desde este mirador recomendaré un deporte que podría llamarse “ver pueblos”.
La fisionomía castellana y por ende la burgalesa está repleta de pueblos, pedanías, villas, aldeas…, en la mayoría inexistentes para todo aquellos que no sean sus pocos habitantes o algún vecino colindante. Pero hete aquí que esos pueblos olvidados a su suerte han cogido un nuevo auge por medio de las rutas moteras que semanalmente se desplazan por las carreteras de la provincia.
Un servidor deseoso de conocer su arte y bellezas ha aprovechado los ratos libres para recorrer sobre dos ruedas las cercanías de Burgos, buscando buenos lugares que anotar en la memoria y luego contar algo diferente a los amigos. 
Sin ir muy lejos entrar por Estepar y acercarse a la zona de los Muño. Primero Pedrosa de Muñó con poco más de 59 hogares. Luego Arroyo y poco más adelante, como salido de una postal aparece Quintanilla, único municipio de los vistos que no acompaña el apellido de la zona: “de Muño”, para ser “Somuño” con la magnífica Iglesia de San Andrés Apóstol y famosa por haber sido D. José de Zorrilla, uno de sus más ilustres vecinos. De ahí a Mazuelo con su imponente Castillo del siglo XIV, uno de los mejor conservados de la provincia de Burgos. Sin perder la carretera nos metemos de lleno en Arenillas de Muñó donde una magnífica Torre defensiva construida por los Padilla en el siglo XV nos recibe. A pocos kilómetros Villaverde del Monte: la joya de la corona con una gran iglesia que haría las delicias de cualquier guionista de Juego de Tronos. Henchidos de arte nos adentramos a la pedanía de Revenga de Muñó con su moral de más de 400 años y una iglesia de estilo románico de entre los siglos XII y XIII, con un retablo neoclásico con elementos ornamentales barrocos. Otro día la capilla visigótica de Quintanilla de las Viñas, o el Monasterio de Rodilla, joyas arquitectónicas donde las haya.

La pena es que, salvando las épocas de fiestas, en que nadie diría que es el mismo pueblo de quince días antes, es difícil encontrar un bar abierto donde tomarse un refrigerio pero, bueno, no se puede tener todo.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Comienza la temporada.


La Liga de Fútbol nos ha recordado lo exiguo del verano y en mitad de agosto nos ha metido en la temporada de invierno. Sí, sí. Como el agua en un canasto.
Las rebajas habían desaparecido de los escaparates hacía semanas y la ropa de invierno hecho acto de presencia, adelantándonos lo que puede avecinarse. Ya se sabe: si tienes un buen verano, no te quejes si luego viene un buen invierno. Lo cierto es que ya va para dos semanas que la Liga nos ha dejado los primeros titulares y como casi siempre, el Madrid y el Barcelona se han puesto en cabeza.
La gente de a pie entramos directamente, sin anestesia paliativa, en el inicio del curso político, cargado con todas las cuestiones pendientes de antes del descanso veraniego: el eterno debate sobre la modificación de la Constitución y su corolario en la Ley Electoral; la solución definitiva a la espinosa cuestión del plebiscito soberanista catalán del uno de octubre; el desarrollo por Ley de los parámetros necesarios para imponer una solución en aplicación del artículo 155 de la Constitución.
A cambio, esperaremos que las soluciones dialogadas sean suficientes, que las manifestaciones contra el terrorismo o las declaraciones de repulsa sean bastantes para liquidar un problema que se acrecienta o la posibilidad de que finalmente luzca el respeto a los símbolos y se eviten pitadas y falsos homenajes.
Esta temporada será la de la solución a ciertos asuntos pendientes de resolver: el Sr. Pujol y su defraudadora familia, la ejecución de la sentencia del Sr. Urdangarín, la continuación de la tramitación de los ERE,s iniciada por la Juez Alaya, las financiaciones ilegales o el cumplimiento de las promesas sobre el AVE directo y el desdoblamiento de la AP 1…
A pie de calle, el curso escolar nos trae una nueva subida de los precios de los libros de texto, que no una mejora en su calidad, además de una subida generalizada de los impuestos municipales. En fin, lo de siempre. Pero volviendo al futbol, lo que realmente ha dejado el verano han sido las cuchilladas traperas con que se ha despertado el mundo del futbol: investigaciones policiales, encarcelamientos, dimisiones, ventas y reventas millonarias de jugadores, Neymar y su espantada…

Mucho parece, pero seguro que de todo esto habrá, no tardando, mucho más. Bueno, siempre nos quedará Juego de Tronos.

Comienza el desafío.


Vicente Fernández no podía haberlo dicho más claro: mi palabra es la Ley. Habían dicho que lo harían y lo han hecho. El Parlamento catalán ha dado los primeros pasos para iniciar una desconexión de España a todas luces ilegal. Quién sabe los motivos de semejante acción, pero quizá algún día salgan a la luz todos aquellos porqués que han marcado la actuación de ciertos políticos catalanes qué sin razón, ni legitimidad, se han lanzado de manera temeraria a un charco del que van a salir con dificultad y seguramente con manchas.
El resultado era conocido pero, cómo una apariencia de legitimidad siempre viene bien a cualquier desarrollo político que se precie, actuaron como políticos transversales pasando por el aro de dar la palabra a unos y otros y oír las voces encontradas de la oposición. Incluso soportando que cuatro pelados (la oposición en pleno) bajasen de sus escaños y saliesen del hemiciclo en repulsa a lo que allí se estaba cociendo, dejándoles aquello lleno de banderas españolas.
Los actores en su papel: Forcadell convulsa en su papel de presidenta; Puigdemont, serio debajo del flequillo, aguantando el chaparrón; Junqueras callado sin poder disimular su gozo por lo que allí se estaba organizando y sabedor de que, a las malas, sería el único beneficiado de todo ese circo. Los parlamentarios de la CUP, encendidos como antorchas, pidiendo más marcha y entrar a degüello. Los de Junts pel Si, obedientes, algunos con miradas de corderillos, mirando sin recato a sus jefes buscando la autorización y el apoyo necesario para casi todo para lo que se les venía encima. Todo según lo esperado.
La oposición en su lugar: echándoles de todo. Inés Arrimadas en su papel de jefa de la oposición puso verbalmente a cada uno en su sitio.  Iceta y García Albión ayudaron.
Mientras, en Madrid, Mariano tendiendo la mano a PSOE, CIUDADANOS y PODEMOS, ha tenido que oír a Iglesias diciendo aquello de que el encaje constitucional de Cataluña…y bla,bla,bla. Además no ha conseguido que Sánchez y Rivera se pusieran con él en una foto que marcase la unidad contra tal muestra de separatismo y de paso utilizarla como escudo ante los indecisos (que los hay) de Cataluña.

Esto continuará, pero por ahora la obligación del Estado, el Tribunal Constitucional, la Fiscalía y la Abogacía del Estado deberá ser la de encargarse de solucionar este problema y además dejarlo zanjado de una vez para siempre. La ley y el estado de derecho deben ser respetados por todos. Todos. 

lunes, 28 de agosto de 2017

VACACIONES DE VERANO.


Abrumados por inviernos largos y tediosos, cualquiera reza por un cambio de aires. Oh el verano, con el calor y su sopor confundiéndolo todo. Así qué, liberados del trabajo marchamos de vacaciones. Como ya hemos superado la crisis y sus secuelas, ponemos manos a la obra y buscamos lo que mejor responda a nuestros intereses. Playa, montaña, rural…, difícil elección, y benditos aquellos que pueden. Finalmente elegimos un hotel de la costa que, según las fotos y la información a disposición, es un auténtico lujo para lo que cuesta.
Al llegar, resulta que el precio a abonar no es el pactado y debemos añadir una tasa turística de un euro por persona y día. Inocentemente intentamos explicar a la recepcionista que nosotros no somos turistas, incluso damos, de memoria, la definición de turista de la RAE. Nada que hacer. Su cara lo dice todo. Hay que pagar. 
Entrando en la habitación, nos damos de bruces con la dura realidad y lo que esperábamos resulta que no es. Aun así, armados de un innegable espíritu veraniego obviamos los detalles cutrillos y embadurnados de protección solar, rápidamente nos vamos a la playa. Está abarrotada. Con mucha suerte cogemos una parcela donde un padre, armado de rastrillo y pala, te mira amenazante protegiendo su urbanización de castillos de arena. 
Imposible colocar una sombrilla o estirar una toalla de más que unas dimensiones ridículas. Al lado unas jovencillas hablan de lo fácil que es llevarse algo de una tienda, amén de conversaciones solo aptas para adolescentes. 
O una madre joven, de buena figura, esperando ansiosa por su cachorro. Éste, un bruto de unos diez años llega y dice a su madre ¡fuera! La madre abre los ojos y sumisa se levanta y deja el sitio al bruto que, tirándose, ocupa el espacio antes ocupado por su madre y parte del nuestro. 
Tomamos el sol y las quemaduras de tercer grado no tardan en aparecer. De la comida ni hablar. Y qué decir de los sofocos de la noche. Casi deseamos volver. 
No pasa nada. Las vacaciones son esperadas y necesarias, y no siempre hacen olvidar la oscura etapa de trabajo invernal, pero enseguida acaban.
Al final hacemos de la necesidad virtud y parados en cualquiera de los atascos del viaje de vuelta, recordamos aquella versión de una de las canciones de la película Grease, que en los ochenta hiciera el grupo pop Aerolíneas Federales y que finalizaba con un estribillo muy pegadizo: vacaciones, los cojones es mejor trabajar.


Ángel Nieto.


Lamentablemente ha muerto Ángel Nieto. Sí, Angelito, aquel que fue capaz de darle un empujón al motociclismo español y ponerlo en la cabecera de los periódicos y no sólo los deportivos. Aquel que fue capaz de conseguir 12+1 (bonito término para no decir trece, ya que parece que el gran piloto era de los muy supersticiosos) campeonatos del mundo de motociclismo, en unas épocas en que, llamar moto a aquellas máquinas no tenía nada que ver con la visión que tenemos hoy en día. Un tiempo en que un tipo sincero cercano y con gran sentido del humor no pasaba desapercibido a pesar de correr en una categoría que hoy ni existe ni se nos ocurriría ponerla en funcionamiento.
Todos los que tienen algo que ver con las motos han quedado afectados porque además de ser un gran piloto, era un gran tío. Sus anécdotas con el Rey Emérito o los paseos en la intimidad por los alrededores del Palacio de la Zarzuela han hecho de él, un personaje peculiar.
Conocido el fatal desenlace, la comunidad motera se ha encendido inmediatamente para hacer los homenajes pertinentes y así por medio de email, whatsapp o cualquier otra a las formas que actualmente se utilizan para comunicación, la cadena se ha puesto en marcha y se han montado unas reuniones/concentraciones que nada tuvieron que envidiar a cualquier otra que se hubiera visto por ahí y que luego pudiese haber acabado en una paella.
Los moteros, proveídos de casco, chupa y guantes, el domingo a las doce más una horas (una del mediodía) han guardado, en su memoria, un minuto de silencio en las plazas mayores o en cualquier otro lugar emblemático de las ciudades, esperando por el acto oficial en la curva de Ángel Nieto y su monolito en el Circuito de Jerez. Aquí en Burgos, hemos asistido a una gran concentración en el Paseo de la Evolución donde no ha faltado casi ninguno y donde no han faltado rugidos de motor, pitadas y acelerones de todos los colores y donde se ha recordado, con dolor, su pérdida. Alguien muy apenado señaló que es imposible no estar triste, su ausencia duele, pero su recuerdo siempre nos hará sonreír. Recordémoslo así.
Hace poco tuve la ocurrencia de escribir algo sobre los pirados que pretenden llamarse moteros. Hagamos que el ejemplo de Ángel Nieto concienciando y animando a todos a montar en moto con seguridad sea el leif motiv que marque el sentimiento y la camaradería que se respira en el mundo de las motos.


miércoles, 26 de julio de 2017

La institución del Gorrilla.


Hace ya años cuando la, ahora vibrante, plaza de la Catedral era navegable y en las zonas céntricas se montaban unos pollos del siete, la única figura que salía airosa de cualquier lance era el “gorrilla”. Personaje particular y de mala cara qué, como imbuido por ojo divino se afanaba en hacer una ordenación del tráfico en aquella zona que para sí quisieran los mejores ordenadores actuales. La cosa era qué, después de buscarte un sitio, normalmente imposible, ponía descaradamente la mano abierta para que le echases unas monedas qué, de aquella, ya se valoraba en los cinco duros. Pero, oh, el ser humano no es agradecido por lo que mirando a aquel hombre con cara de pocos amigos, acabábamos echándole una moneda, no por agradecimiento, sino por miedo a que la situación pudiese empeorar. Tranquilamente le decíamos: échamele un ojo, que vuelvo enseguida”. 

El progreso hizo desaparecer a aquellos “gorrillas” como a muchas de aquellas antiguas ocupaciones que, al albur de los sesenta y setenta proliferaron en España. También ha traído grandes aparcamientos y centros comerciales con sinfín de plazas que nos dan una tranquilidad sempiterna al aparcar, sabiendo que, casi siempre, encontraremos un hueco. A cambio, hemos debido modificar las pautas de comportamiento y se ha complicado. Hay aparcamientos exprés con una duración máxima ínfima para cualquier gestión, aparcamientos disuasorios, máquinas incomprensibles o unos controladores estrictos que nos amenazan a golpe de sanción con los males del infierno si no has renovado tu ticket. 

Pero, ¿este nuevo sistema ha regulado realmente el aparcamiento? ¿Ha mejorado el aparcamiento todo este nuevo sistema basado en el pago por aparcar y en la renovación de los tiempos por teléfono móvil? No lo sé. Lo cierto es que con regulación o sin ella, aparcar es toda una aventura. En los cascos históricos, porque la mayor parte es peatonal o zona azul, amén del precio de los aparcamientos. En los centros de las ciudades, sin comentarios…

Toda esta experiencia exige que se tribute inmediatamente un sistema de acción contra las malas prácticas aparcatorias o la solución será resucitar a los ”gorrillas” para que desatasquen el follón. Tranquilos, todavía les hay por muchos lugares de la geografía regional, por no hablar del obligado en los escasos aparcamientos de las playas. Eso sí, luego a aflojar el bolsillo, pero eso, ya lo estamos haciendo.

MOTEROS.

Cada vez que veo en los medios que ha muerto un motero se me revuelven las tripas. Cada vez que leo que un motero se ha caído en una carretera y ha acabado destrozado por el golpe que se ha dado con los guardarraíles (bonito y moderno término acuñado por la Administración de la Dirección General de Carreteras para definir a los terribles quitamiedos) se me contraen todos los circuitos corporales. Quizá sea porqué soy lo que se puede llamar un motero. Becario, sí. Pero motero.
Tengo casco, chupa, botas, guantes y miedo. Sí, miedo a ir montado sobre una bestia que sin problemas puede alcanzar los 300 kilos y los 300 kilómetros por hora. Por eso lo de becario. También, porqué, por más años que pasé montado sobre ella, no acabamos de ser uno. No acabamos de conseguir esa simbiosis que se les supone a los centauros.
La Ley General de Circulación, norma prohibitiva donde las haya, creada por los hombres para mantener, proteger y garantizar la seguridad de los hombres, ha puesto las normas más rigurosas e inclementes para todos aquellos que infringen sus preceptos, sobre la dura base del dolor de corazón que supone aflojar el bolsillo, con despiadadas multas pecuniarias. Por eso extraña sobremanera una noticia que ha saltado los medios en las que se viene a decir que la guardia civil ha pillado a dos moteros que habían sobrepasado la velocidad permitida en 180 km/h. Sí, sí, iban a 300 km/h. Supongo que un motero becario como yo, no alcanza a hacerse a la idea de lo que debe suponer alcanzar las velocidades del AVE o de Fernando Alonso. Pero a estos dos personajes (seguro que no moteros) les ha parecido correcto ir a esas velocidades y además grabarlo en video. Mal, y sobre todo poco listos. No se les ha ocurrido otra cosa que perder la cámara en la que iban grabando, que ha caído en manos de la guardia civil, que les ha pillado. No. No. Esos no son moteros. Son pirados.

Mi amiga Marta, de la Asociación de Síndrome de Down, me dice que cuando organiza la fiesta de Motodown quiere recibir en la quedada a toda clase de moteros, con sus lustrosas máquinas scooter, custom, naked, chopper, gran turismo…, con sus colgantes en forma de campana para dar protección ante las caídas, con el saludito en V invertida con la mano izquierda, con sus chalecos abarrotados de parches, pines u otros aditamentos de carácter militar, o la barriguilla que lucen algunos. De esos moteros. Moteros sí, pero no pirados.

martes, 11 de julio de 2017

CONSTITUCIÓN HERIDA.

La Generalitat catalana tiene todo preparado para convocar el 1 de octubre un referéndum en el que preguntará a los votantes si desean que Cataluña sea un estado independiente. Aunque el fondo siga siendo erróneo, la pregunta no da para dudas. 

El organizador, esto es, el Honorable Puigdemont, pretende por la vía de esta consulta que Cataluña deje de ser parte de España. El anuncio ha removido lustrosos traseros y ha obligado a altas mentes pensantes a contestar a una deriva que debía haber sido corregida hace ya mucho tiempo. 

El caso es que Puigdemont en contra de todo lo establecido ha dicho que habrá referendo, apoyándose en un régimen jurídico excepcional que viene a decir que su Ley de referéndum prevalece jerárquicamente sobre la Constitución Española(??). 
No obstante, en su línea, ha cifrado el censo oficial como el que se utilizaría para votar en cualquier otra convocatoria, con lo que el resultado calculará la mayoría sólo con los que voten. No es mala manera de ganar y así en 48 horas declarará la independencia. 

La Constitución ha sido herida de nuevo, pero ya ha pasado otras veces y siempre ha salido adelante. El artículo 155 de la Constitución marca el cómo y la vía de actuación del Estado cuando una Comunidad Autónoma se desmanda. 
Sin embargo, sea por talante democrático o por lo que pueda ocurrir, nadie se atreve a poner en marcha un procedimiento que, entre otras, incluye la posibilidad de la cancelación de la Autonomía y la intervención del Ejército. Alegato que ha citado, repetidamente, la ministra de Defensa. 

La situación es lo suficientemente compleja y apurada como para que los políticos resuelvan al objeto de que este intento de cisma no salga adelante, pero ellos, amén de tiernos y tibios con sus declaraciones sobre la hipotética declaración de independencia, no acaban de convenir cual es el objetivo común, departiendo sobre federalismo, reformas constitucionales o sobre sustanciales coincidencias en lo esencial. Esto es: nada. 

Me pregunto dónde están esos guardias civiles que aparecen en los anuncios de la DGT poniendo multas cuando un conductor utiliza el móvil mientras conduce, que no le han quitado ya cuatro puntos, como a cualquier ciudadano que tenga la desgracia de pasarse un microscópico metro de lo marcado en la señal. 

Razón tenía Figueras, antiguo presidente de la Generalitat, cuando en 1883 dijo “estoy hasta los cojones de todos nosotros”.

martes, 4 de julio de 2017

Blusas y fajas de Burgos.

LA CAMPA de Fuentes Blancas ha dado el último adiós y su particular pobre de mí a las fiestas de San Pedro 2017. Ahora, dispongámonos a pensar, otro largo invierno, para mejorar las próximas. 
Incluso con líos previos, la feria taurina ha resultado insuficiente. Las casetas de pinchos necesitan un repaso de chapa y pintura que las haga renacer. Los fuegos, raquíticos. De la cabalgata, ni hablar. Los conciertos, regular, y la animación de calle, bien, pero ha perdido la solera y el esplendor que un día había tenido y hasta hemos echado de menos al pintor de paisajes al spray o al contorsionista que se ata con cadenas mientras chorrea al público asistente. 

Ahora bien, destacar que, de nuevo el burgalés no ha estado ausente. Aun con la peor cara del clima apropiándose por enésima vez de la fiesta, su proceder y apoyo aun en las peores condiciones climatológicas, no ha decaído. Ha salido a la calle, ha cantado el himno y ha aplaudido al paso de las peñas mientras frotaba las manos para paliar en lo posible la baja temperatura o el agua que la ha acompañado. 

Eso sí, los principales protagonistas de las fiestas han sido de nuevo las Peñas de Burgos. Todas en general. Han sabido defender ese estatus de fiesta que se debe mantener en cualquier evento, desfilando, cantando, jaleando, coreando…, se han mojado y han pasado frio. Se merecen todas nuestras bendiciones y nuestro aplauso, sobre todo los más jóvenes qué, con toda su energía, han puesto las pilas al resto de los asistentes a los desfiles. 

Este año, aun manteniendo su uniformidad: blusa, pañuelo al cuello, algunos con sombrero…, se ha acoplado por derecho propio un nuevo módulo que acompaña al peñista como parte de su propio atavío: el cachi. Con calimocho o tinto peleón, ya sea en vaso grande de plástico o en botella de cinco litros, este aparejo está llamado a ocupar un puesto de trascendencia en futuros festejos, utilizándolo a menudo los blusas para saciar la sed que provoca un ¿caluroso? desfile. 

Más los efectos, no se podían hacer esperar. La ingesta llena las vejigas y el rápido alivio es obligado. Pero ¿dónde? Es evidente que ese sano alivio no puede ser a costa de los setos de la calle Vitoria, los garajes comunitarios o la creación de una suerte de tienda de campaña para tapar las vergüenzas que supongan orinar en sentadilla. Tranquilos, con las buenas vibraciones que generan las Peñas, seguro que ninguna cafetería se negará a prestar sus servicios de baño a quien los requiera.

Los anuncios del Ministerio del Interior.

Del lúgubre espectáculo a que nos había acostumbrado, en los últimos años, la DGT con sus campañas publicitarias, ahora el Ministerio ha diseñado una campaña límpida, clara, incluso chusca. 

Este año, los anuncios han querido ser padrinos del benemérito cuerpo y nos han sacado la cara más amable de la Guardia Civil como valedor. Desde un número (todavía se llaman así) apagando un cigarrillo qué, un inconsciente ha tirado en un campo, hasta dos números en la parte de atrás de un vehículo moviendo la cabeza con aflicción al ver como un insensato utiliza su móvil, al tiempo que conduce. 

Desde la campaña del lejano 2012, la DGT nos había hecho comprender que lo 
importante es llegar y que la Administración solo pretende llevarnos a destino sin percances. Si aquellas campañas pretendían ponernos los pelos de punta al ver esas familias rotas por una indebida utilización de sus vehículos, hay que reconocer que lo habían conseguido. 

Pero este año aun teniendo en cuenta la amabilidad de los protagonistas -la imagen del guardia civil sacando una regadera de la espalda para apagar el fuego del cigarrillo, no tiene desperdicio- no van a conseguir que el multado sea más cariñoso con la Guardia Civil: una multa es una multa. 
Es difícil que el multado recoja la notificación con una sonrisa. Lo que sí habrá conseguido esta cruzada será acercar a esos funcionarios a las personas y hacernos ver que ellos -sí, los que nos sancionan cuando cometemos alguna tropelía- también tienen su corazoncito. 

Sin embargo, debería recordar el Ministerio del Interior y con ello la DGT que no siempre los conductores dan lugar a esos temibles accidentes que nos presentan en las pantallas. En muchas ocasiones la Administración se pone de perfil al respecto de la cantidad de puntos negros que existen en la red viaria española con el consiguiente demérito para una conducción segura. 
Cierto que no todas las vías pueden tener rango de autopistas de peaje o autovías, pero debe admitir que existen carreteras de ámbito general en muy mal estado; que la eliminación de peraltes, curvas sin sentido o puntos negros llenos de baches y malos firmes, no acaba de ser una realidad; que la DGC no acaba de solucionar el drama de los quitamiedos para las motos...

Más allá del anuncio, pongamos un número concienzudo en esos puntos negros y evitaremos que luego haya que reclamar al maestro armero.

miércoles, 28 de junio de 2017

Pedro Sánchez y la plurinacionalidad.

No se encuentra en el diccionario RAE o similares el término plurinacionalidad. Sí, plurinacional como aquél que disfruta de múltiples naciones o que hace referencia a la coexistencia de dos o más grupos nacionales dentro de un mismo gobierno, estado o constitución, o nacional como la condición que reconoce a una persona la pertenencia a un estado o nación con derechos y deberes políticos y sociales y también nación definiendo el territorio en el que vive un grupo de personas pertenecientes a una misma comunidad, constituya o no un estado. Larga introducción necesaria para concluir qué ciertos políticos, sin una mínima lectura, han pretendido acuñar su propio concepto de nación. Se han empeñado en darle brillo a ese término y utilizarlo para aquello que cubra sus propios intereses, partiendo de la base de que no existe en España un solo estado o una sola nación, sino varias y además perfectamente compatibles entre ellas. El nuevo PSOE y el nuevo Pedro Sánchez, ambos ratificados en el 39 congreso han forjado la peripecia de que España pueda ser una nación de naciones sobre la hipótesis de que cada autonomía constituye una nación. Primero fue el encaje del federalismo asimétrico de Felipe González y ahora la "nacionalidad cultural", términos medianamente entendibles pero que, posiblemente, por los auspicios de Pablo Iglesias inmediatamente han retornado al tran tran de la nación de naciones. Lo lamentable es que propugne la plurinacionalidad al mismo tiempo que los secesionistas propugnan la autodeterminación. Aunque Sánchez se ha mostrado contrario a un referéndum de autodeterminación, lo cierto es que esta plurinacionalidad abrigaría la cuestión vasca y catalana, por lo que quedaría por conocer cómo se queda en la práctica la nación de naciones, una vez hecho el favor a esos territorios. Quizá tenga que ver la nueva ideología, en la que la plurinacionalidad se propugna como medida de castigo al objeto de mantener la apariencia de izquierdas que parece ha tomado el PSOE actual, como ha hecho con la negativa a ratificar el Convenio de Comercio con Canadá. Como la vez anterior con su no a Junker, Sánchez se la ha jugado de nuevo apoyándose en el voto de sus ciento cincuenta mil militantes. Ahora serán los ciudadanos quienes digan si la nueva tendencia política "somos la izquierda" llama la atención de los votantes correspondientes a más de 85 escaños.

miércoles, 21 de junio de 2017

“Ciudadanear”

Cantaba Manolo Escobar qué españolear es lo que hacen los turistas cuando vienen por acá. Así comenzó Albert Rivera el periplo político que le ha traído hasta  aquí. Españoleando. Repeliendo desde dentro, a aquellos que utilizaban el verbo expañolear.  Desde lo más oscuro del parlamento catalán hizo patria consiguiendo que el nombre de España y el español se pudiesen oír en voz alta y clara. Luego llegaron los mítines multitudinarios donde la gente lo animaba con gritos de ¡presidente, presidente! o le exigían que no les fallase, como si de JFK se tratase.

Luego se vino a españolear al resto de España y no se puede negar que ha ganado a pulso el estar ahí. Ha conseguido atribuir a su haber un modo de españolear muy propio. Se llama ciudadanear. Es el verbo de moda. Sólo falta su incorporación a la RAE. Su definición podría ser, poco más o menos, centrar, aspirar a ser un referente de la política general, ambición por ser el relevo de grandes políticos qué con sus grandes decisiones marcaron las pautas que nos hacen ser tributarios del nivel y calidad de vida que lucimos. Sólo falta que el nuevo término sea aceptado y acogido por una gran mayoría.

En eso se encontraba Albert cuando se diseñó la circense moción de censura elevada a trámite parlamentario por Podemos. Aquí ha tenido ocasión de consolidarse como un gran orador. En contestación a los argumentos de Iglesias/Montero supo darle a cada uno lo suyo, esgrimiendo sus tesis como un Mariano cualquiera, con sorna y socarronería. Soberbio el momento que citó a demoliciones Iglesias o la comparación de su discurso con el tedio castrista. 
También su duro alegato contra la nación de naciones o la secesión pretendida. Parecía que quería despegarse, por fin, de ese marchamo de flojeras que le acompaña en todo momento, que parece el novio que cualquier padre querría para sus hijas: decente, formal, serio, consecuente, además de alto y guapo.


Pero cuidadín, ya se han oído voces desde la cúpula de su partido cuestionando el sacrificio del todo al mensaje mediático y a la figura de su líder. Su parroquia le ha perdonado anteriores errores, pero estaría bien que fuese pensando en mantener esta nueva postura de estadista en su travesía conminándole, por ejemplo, a seguir la retórica de la diputada Ana María Oramas y mencionándole qué, por pérdida de brío, líderes de otros partidos se han desplomado en un bluff. 

martes, 20 de junio de 2017

Infraestructuras burgalesas.


Hasta la llegada del refulgente Coliseum de Burgos -infraestructura surgida donde antes había una plaza de toros- en el Plantío vivían en amor y compañía dos de las infraestructuras más importantes de Burgos: la plaza de toros y el campo de futbol, ambas de la misma edad, apariencia y lamentable estado general.  Alguien pensó que por no ser viable un multiusos, sería atrayente dar un nuevo aspecto a la plaza. Muy bien y además ha quedado bonito. Pero ¿y el pobre campo de futbol?

El Plantío, ladrillo caravista de los 60, ha acusado tanto el paso del tiempo que cualquier comparación entre ambos nos produce pena. Sin embargo, se utiliza casi todas las semanas, a diferencia del Coliseum qué, ha sido utilizado cuatro veces.

Por cuestiones deportivas, Burgos ha devenido en un equipo de Segunda B y otros dos de Tercera división, todos con ínfulas de querer hacernos pasar grandes tardes de gloria en el muy deteriorado césped del Plantío. Hasta ahora no había inconvenientes ya que el único que se planteaba cumplir sus partidos en el campo municipal era el equipo de más graduación. Honor del qué, después de varias reconversiones, ha estado siendo depositario el Burgos C.F. Ahora ha venido el Real Burgos y ha dicho que también quiere jugar en el Plantío. ¿Tiene derecho a ello? Pues sí. 
Como tal equipo de la ciudad estará en disposición de poder utilizar, con los permisos pertinentes, el campo municipal. Pero, por la misma razón, también tendría derecho a utilizar el Plantío el Bupolsa C.F., igualmente en Tercera.

Aun con una buena solución para este último, compartir sería precario, pues los técnicos han advertido que el césped del Plantío no aguantaría la tralla que le podían dar dos equipos, aunque jugasen fines de semana alternativos. 
Queda, por tanto, que utilice el Plantío el equipo con mayor categoría, que es lo qué, tácitamente, se ha venido haciendo hasta ahora, por lo qué a falta de maestro armero, las soluciones al Ayuntamiento. 

Sea cual sea, lo cierto es que el Plantío está necesitado de cariño mereciendo, como mínimo, un arreglo de chapa y pintura como el acusado por su hermano. El Ayuntamiento ha tomado nota y ha comenzado a desalojar y no renovar los contratos de los negocios que subsistían en los bajos del Plantío ya que las obras para comenzar los arreglos son inminentes. Parece que van en serio. Ojalá. 
Hace unos años, con ocasión del derribo del edificio que había en la esquina de la calle Madrid con la calle Valladolid, el Ayuntamiento desalojó a los inquilinos y estos pasaron a vivir una temporada en los bajos del puente Santa María, a orillas del Arlanzón. También era inminente. Todavía estamos esperando alguna actuación municipal.

MILITARES Y CONSTITUCIÓN.

  Escucho en foros políticos y mentideros de tertulianos, glosas de las virtudes de la ministra de Defensa Margarita Robles. Algunos la su...