martes, 24 de diciembre de 2019

EL EQUILIBRIO DEL TREN. LOS NUESTROS EN NAVIDAD.


Hoy es Nochebuena y, además, el día en que gastamos todo el espíritu navideño que llevamos acumulado durante el año.  La Nochebuena tiene ese carácter de amansadora de fieras, regaladora de saludos, invitaciones, brindis y comidas y sobre todo de donante de buenos deseos para que la noche sea todo lo que se espera de ella.
Esta fiesta, ya familiar, religiosa, lúdica o como cada uno la entienda, tiene también un carácter distraído que nos hace olvidar ciertas preocupaciones y nos concede el espíritu navideño que se adquiere poco después de haber pasado el trago del sorteo de la lotería (salud, que es lo principal), pero que no siempre compartimos con los demás. Hoy es el día en que celebramos la fiesta olvidando los problemas acumulados durante el año ya sean entre nosotros o con el resto de los que nos rodean. Y, por supuesto, a ello ayuda una buena mesa repleta de viandas y buenas bebidas. Dice Ian Anderson, líder de Jethro Tull en medio de su villancico de Navidad “Song of Christmas” qué el espíritu de la Navidad no solo está en la calidad de las bebidas espirituosas (alcohólicas) que se beben en estas fiestas.
También es una festividad para acordarse de los que se han ido, de los que no están, de los que no pueden estar o de los que en un día como hoy están cuidando de que podamos estar celebrando tan tremendo festejo. Esos, que sólo los más allegados recuerdan, no son otros que “LOS NUESTROS”. Policías, militares, guardias civiles, médicos, misioneros, bomberos… la lista no cabría en este artículo. Podríamos acordarnos que son gente de bien y qué en Somalia, Malí, Colombia, Afganistán… o donde estén, están ahí para cuidar que las cosas sigan donde deben seguir. Ya se sabe que según el aforisma: “ex aequo et bono”, cuándo se echa los lobos las ratas toman el poder y por eso, ellos deben estar allí.
Para ellos, la Navidad deja de ser fiesta y pasa a ser ceremonia, deja de ser espectáculo y pasa a celebración. Con su espíritu navideño, pasan estos días lejos de sus casas favoreciéndonos con su trabajo, sacrificio y privaciones, conociendo únicamente la fecha y hora de partida, pero desconocedores, en la mayoría de los casos, del lugar donde van a pasar la noche o a que hora van a volver a casa (y a la UME me refiero).
Buena ocasión para que, en medio de tanto brindis y whatsapp como se esperan, levantemos nuestras copas por aquellos que desde lugares y en situaciones absolutamente insospechadas nos protegen. Brindo por ellos. Feliz Nochebuena y Navidad.

jueves, 19 de diciembre de 2019

BURGOS Y EL FENCING.

BURGOS ES una gran ciudad con bellezas evidentes; la Catedral, las Huelgas, San Lesmes, la Antigua de Gamonal… Bellezas, pero, solamente piedra y no solo de piedra viven las ciudades.

Este fin de semana como todos los años desde hace veintidós, deportistas (tiradoras) de lejanos países de casi todas partes del mundo, han venido a la Ciudad para concelebrar el ya reconocido mundialmente Campeonato del Mundo de Esgrima femenino Junior, para menores de 16 años. Este año 33 países (Singapur, USA, Japon, Australia, Nueva Zelanda…) 203 tiradoras, más de 1000 personas (pax) para los hoteles… En fin: «La mejor organización vista en una Copa del Mundo», en palabras del Observador croata.

Pero tal acontecimiento no ha sido tratado como tal. En un país, donde los presidentes de Gobierno o de Comunidades Autónomas corren para ofrecer a una adolescente lo mejor de su erario intentando acaparar cuota de pantalla o nicho dónde agrandar su mercado de votos, a estas deportistas en Burgos las ha ido a saludar un concejal o un consejero que, sin minusvalorarles, no son entidad suficiente para acoger tal representación deportiva.

Me imagino este festejo en manos del alcalde de Valladolid, el de León o mejor, el alcalde de Vigo. Desde hermanamientos de Vigo con USA, Nueva Zelanda o Ucrania hasta haber posibilitado relaciones bilaterales. Lo normal. Así que ¿qué necesita el alcalde de Burgos para asistir a un evento de esta categoría? El anterior alcalde en su prepotencia consideraba que de ahí no se podrían sacar más que unos pocos votos, así que enviaba, en el mejor de los casos, a algún concejal que tuviese la tarde libre.

Señores; esto es lo que tenemos. Nuevo alcalde, pero todo igual. No ha asistido al evento. ¿A qué grandes designios estará predestinado su excelencia? ¿Quizá la presidencia del campeonato del Mundo de fútbol en Burgos? ¿O la presidencia del lanzamiento de algún satélite de la NASA en Burgos?... Mas bien no.

Si su excelencia hubiese tomado buena nota de que esta competición, ganada por la italiana, habrá sido vista en televisiones y medios de comunicación de medio mundo y que las posibilidades reales de que Burgos entre en el acervo cultural de Rusia, USA, Turquía o Japón son prácticamente inexistentes, metido en su papel de representante de todos sus habitantes y su buen nombre internacional, debería haber previsto la propaganda gratuita que le habrían proporcionado esas tiradoras y su staff en países que no pasarían siquiera por la mente de los más optimistas.

Repito: la piedra es la piedra y si Burgos 2021 con la Catedral a la cabeza pretende salir del localismo y pasar al siguiente nivel, no se deberían dejar pasar oportunidades como esta.

martes, 10 de diciembre de 2019

TÍTULO DE COLUMNA: EL EQUILIBRIO DEL TREN: ABOGADOS.

Cuando escribo estas líneas me encuentro disfrutando de la festividad de la Inmaculada, Patrona de España y Santa que, seguramente, está en posesión de mayor número de patronazgos. La Infantería o el Cuerpo Eclesiástico del Ejército son algunos de sus favorecidos, así como infinidad de parroquias, feligresías y municipios de todo el país. Entre ellos, los abogados tenemos el honor de estar patrocinados por tal devoción y a ella se dedican los actos conmemorativos de tal evento. En esos actos de celebración es cuando realmente te das cuenta que ese colectivo está formado, al igual que cualquier otro, por seres humanos. ¿Por qué, entonces, goza de mala fama? Seguramente motivada por extravagantes y desafortunadas leyendas. No puedo ser objetivo, el oficio va en la sangre.
Los abogados son personas de las que se suele tener una buena opinión en particular, pero mala en general. No todas las profesiones pueden congratularse de tener artículos constitucionales que les acojan, así que ¿por qué esa reputación llena de chascarrillos y anécdotas? Contaba aquel viejo chiste de abogados que llega un militar al infierno y con su afán de organización pone orden todo aquello. Dios que se entera le señala al diablo: ¡oye ese militar tiene que estar en el cielo!, los militares siempre van al cielo. Obviamente el diablo se niega y Dios le dice: ¡te demandaré! El Diablo, arrancando a reír, le contesta: ¡Ah sí! ...y ¿de dónde vas a sacar un abogado? si todos están aquí. Los abogados siempre han tenido una fama injusta y bastante torticera, obviamente fruto de un insuficiente conocimiento de su trabajo. No se olvide que la Constitución otorga al justiciable el derecho a la defensa y asistencia de letrado, esto es, a la mejor defensa posible, pero el abogado es alguien que defiende un procedimiento en el que necesariamente no tiene porqué creer. Cierto es que, a no muchos, les gustaría estar en el pellejo de los abogados que han defendido las bondades del “proceso”, la defensa de Ana Julia o del “Chicle”. Incluso los abogados de oficio, defensores en muchos casos de causas imposibles. Series y películas de éxito han avalado su trabajo, pero aun siendo una profesión pública, se le reprocha su oneroso coste. Bah, habladurías. Aquella anécdota de una persona que llega al despacho de un abogado y le expone: “quería hacer una consulta, pero solo tengo 50€”. El abogado le dice: “por ese dinero tiene derecho a dos preguntas”. El cliente pregunta: ¿Tenemos mucho tiempo? el abogado contesta: “No. Le queda una”. Tales argumentos parecen hacer dudar de la habilidad de la Inmaculada al aceptar tal patronazgo. La buena respuesta es que transmite su gracia a sus patrocinados. Feliz Patrona. Sigue cuidándonos.

martes, 3 de diciembre de 2019

TÍTULO DE COLUMNA: EL EQUILIBRIO DEL TREN: Alcaldes e iluminación navideña.


El alcalde se despertó una mañana y sin contemplaciones dijo que había que invertir más en Valladolid en detrimento de las otras ciudades de la Comunidad por…bla, bla, bla. En la misma línea, el alcalde de León barruntó que León tenía que estar fuera de Castilla y León y formar su propia Comunidad, ello siempre capitalizándola. Ejemplos de ese o similar pelaje se repiten, prácticamente, a todas horas en esta España que parece no tener claro su pasado y la normativa legal que la regula.
De manera diferente, hace unos días el alcalde de Vigo departía con su colega de Madrid sobre las bondades y beneficios que tendría para sus ciudades, en Navidad, llenarla absolutamente de bombillas, compitiendo en iluminación con grandes ciudades como Nueva York o Washington con sus ciudades distinguiéndose desde el espacio sideral. Incluso, la nueva tendencia de belenes de “diseño” de escaso gusto ornamental, perpetrado en los últimos años por la alcaldesa de Barcelona.
Ocurrencias:  pues sí. Pueden ser ocurrencias, pero lo que intenta, cualquiera de ellas, es dar importancia o a conocer a la ciudad que está dirigiendo. Esto es, que se la reconozca en el exterior.
Obviamente, la manera del alcalde de Alcorcón, de Valencia o de Vigo, de darle cara al exterior a su localidad, llenándola de luces, no deja de ser una excelente manera de impulsar la Navidad. Algunos habrá que digan que llenar de luces el municipio supone una excesiva inversión o que es un gasto inasumible o que algo mejor habrá, pero lo cierto es que el alcalde de Vigo con sus bombillas, el de Madrid o el de Alcorcón con las suyas han conseguido poner a sus ciudades en el candelero y conseguir unos índices de ocupación nunca alcanzados en una Navidad. Además. ¿Qué sería la Navidad sin una ciudad iluminada? La Navidad hay que celebrarla y esperar que las personas salgan a la calle a aplaudirla y recuperar las olvidadas tradiciones, aunque ello suponga una gran inversión.
¡Hay la Navidad! Esa tradicional época, en los últimos tiempos denostada por unos y otros, que aparentemente ha perdido su norte y señal, convirtiéndose en un escaparate del consumismo que nos rodea. Pero seamos prácticos; la hostelería de la ciudad es la marca de agua de lo que supone el rendimiento de una inversión en cualquier materia. Eso significa que esa hostelería es la llamada a recoger los beneficios que puedan allegarse por ese gasto luminario. Al fin, esos ingresos repercutirán, precisamente, en buenos impuestos que a su vez servirán para hipotéticas mejoras en servicios sociales u otros.
En fin, queridos alcaldes, tomemos buena nota y disfrutemos de la Navidad para saborear el consumismo existente. Con anticipación, para todos, Feliz Navidad.  

TÍTULO DE COLUMNA: EL EQUILIBRIO DEL TREN: BLACK FRIDAY.


Los primeros pasos de los llamados “Peregrinos del Mayflower”, en honor al barco que les llevó a las costas de Massachusetts en 1620, fueron malos ya que la falta de comida y malas cosechas les hicieron sufrir grandes calamidades para subsistir. Rogaron al cielo que les mandase agua y buenas cosechas y eso pasó. El agua llegó, las cosechas mejoraron y la vida comenzó a ser lo que luego devendría en la gran nación americana. Para celebrarlo establecieron como día familiar, de reflexión y acogimiento lo que se llamó “el Día de Acción de Gracias (thanks giving day”).
Posteriormente, alguna mente lúcida pensó que, después de un jueves de reflexión, se podían recordar las pérdidas de oro en 1869 en el llamado “Viernes negro (Black Friday) celebrando una fiesta en la que la gente pudiera gastar lo poco que le había sobrado después de los grandes homenajes de pavo y arándanos. Se bajaron los precios y se puso a la venta todo el stock disponible. Supuso tal éxito este festejo, que acabó por dar el chupinazo a la campaña de Navidad. Amazon, Aliexpress, El Corte Inglés…, desde su atalaya, frotándose las manos, han conseguido que el Black se haya instalado en una semana…por lo menos. Y nosotros, que enseguida adoptamos como nuestro todo aquello que suena a fiesta o celebración, hemos entendido que un abaratamiento del precio de los productos antes de Navidad, supone unirse al espectáculo y conseguir unas rebajas un mes y pico antes de las oficiales.
Un buen fondo, porque comprar anticipadamente y seguramente más barato unos productos que posteriormente te vas a ver obligado a comprar como consecuencia de los regalos de Navidad y Reyes, siempre será bien recibido, aunque para ello sepulte al consumidor en una vorágine publicitaria en la que las grandes multinacionales le bombardean con una propaganda compulsiva que le repite que comprar es bueno y consumir, mucho más. Todo parece bastante sensato, muy americano, pero sensato. Lo que no tengo claro es que los españoles estemos preparados para entrar en la corriente de las compras compulsivas o que estemos seguros de que el producto que nos van a vender sea el que realmente necesitamos.
Debemos estar preparados para lo que viene. Las compras y el consumismo es lo que manda en esta sociedad actual y no debemos dejarnos influenciar por anglicismos que no acabamos de entender.
De otra manera, pronto entraremos de cabeza en el “Cyber Monday (lunes cibernético)” lunes siguiente al Black o lo que sería peor, como ellos, acabaríamos influenciados el tercer lunes de enero en que llega el “Blue Monday (lunes triste)”, que nos advierte que no todo va muy bien.

MILITARES Y CONSTITUCIÓN.

  Escucho en foros políticos y mentideros de tertulianos, glosas de las virtudes de la ministra de Defensa Margarita Robles. Algunos la su...