Jueza Flores. CAMBIO DE PASO.

Nadie quedaba libre de su "revista inicial" de vestuario y maneras. Bastaba con que a la entrada a la sala no se diese el oportuno cabezazo con el típico saludo "buenos días señoría" para ser objeto de su disciplina. 

Pirs. CAMBIO DE PASO.

Bueno, ya sabes que no me gusta meterme en tus asuntos pero ya qué me pides una opinión, te diré que nadie conquistó nada sin echarle cojones. 

Ricardo Amate. CAMBIO DE PASO.

- Ya, ya. ¡Los problemas al maestro armero! ¿No?

Mezquita. CAMBIO DE PASO.

Sin pedir permiso, tomó asiento en uno de los confortables sillones confidentes que tenía en su despacho y se retrepó lo mejor que pudo. El coronel vio allí una falta de subordinación que le sonó en el cerebro como un cañonazo, pero viendo la actitud de letrado que había tomado el brigada, decidió dejar la llamada de atención para otro momento y se aprestó a escuchar la versión del abogado. 

Ana Rosa. CAMBIO DE PASO.

Había tenido varias parejas antes de comenzar su bagaje por el Ejército, pero aquellas relaciones no habían sabido convencerla, ninguno de los hombres con los que había estado parecían llenar un vacío que ella no acababa de cubrir.

General Caballero. CAMBIO DE PASO.

El general se levantó de la mesa de un salto, cayendo hacia atrás la silla en que se sentaba -¿y quién es ese que te quiere tanto, pero te hace un hijo sin casarse antes?

Justo. CAMBIO DE PASO.

Lo cierto es que a él, nada le hacía más ruido en la cabeza que las peroratas de su padre machacándole la cabeza con su futuro militar.

El Coronel. CAMBIO DE PASO.

Dejó de lado sus divagaciones para atender a quién de los presentes daría la voz de "atención Bandera"para avisar de la inminencia del toque y colocarse en la debida posición. No se podían perder de vista las buenas costumbres.

Turuta Fernández. CAMBIO DE PASO.

Encogió la cabeza dentro del cuello su chaquetón y profirió una serie de maldiciones contra la humedad reinante, las guardias o la mili y se prometió no volver jamás a una ciudad que te mojaba según salías a la calle.

GHOST.

ESTÁBAMOS TAN acostumbrados a la película de los huidos de la política catalana que nos habíamos pensado que con las medidas tomadas por el gobierno de España: el artículo 155 de la Constitución y demás protocolo, ya iba a quedar todo solucionado, cuando en unas elecciones prematuramente convocadas ha salido el mismo palo que triunfaba la vez anterior y las cosas han quedado como estaban. 

Los números siguen sin cuadrar y más ahora que no está claro qué hacer si los “cinco de Bruselas” no pueden venir a votarse. Quedarían 65 a favor y 65 en contra. Vaya lio. 

Aun así, el votado Puigdemont, obstinado en gobernar esa autonomía aun a costa de que lo sea, desde Bruselas, por video conferencia, por Skype, por holograma o por telekinesis, se ha postulado como candidato. 

Aun sabiendo que todo está en su contra, y que en cuanto entre en España la Guardia Civil le va encajar directamente en la trena, ha pensado que la inmunidad parlamentaria de un parlamentario autonómico le podría salvar, por lo que el candidato Puigdemont ha pensado que siendo elegido presidente de la Generalidad todas esas minucias estarían defendidas. 

Por eso ha buscado en lo más profundo de la Ley, la costumbre ancestral, la doctrina jurisprudencial… y en contra de todo, incluso del informe preparado por los letrados del parlamento catalán y sin dejarse llevar por pequeños inconvenientes, ha pergeñado un procedimiento que, bien mirado, podría dar resultado. 

La mesa de edad avivada por el discurso incendiario de Ernesto Maragall ha dejado votar, por delegación, a los elegidos que están en la cárcel y ha conseguido poner en valor a Roger Torrent como nuevo presidente del Parlamento catalán, quien no ha cerrado las puertas a que pueda ser investido candidato a la presidencia de la Generalidad, pero claro, por medios tecnológicos digitales, redes telemáticas o codificación digital. Si en la recordada Ghost dio resultado entre Sam y Molly, aquí un holograma de Puigdemont desde Bruselas como Sam (Patrick Swayze) abrazado a Oda Mae (Whoopi Goldberg) también podría dar el resultado pretendido.

Vamos, vamos. No valen soluciones blandas ni candidaturas holográficas. El Parlamento catalán debe buscar un candidato adecuado que se dedique a mejorar las condiciones de los ciudadanos y se deje de derivas separatistas o independentistas, demostrando así que su propuesta es la correcta. 

Si así no fuera, el gobierno de España se vería obligado a ampliar la vigencia del 155 llegando a repetir elecciones si fuese necesario. Y ¿quien sabe?, quizá en esta nueva ocasión el gobierno de concentración nombrado por el gobierno de España para mantener el estatus, sí miraría más por el lamentable estado en que se encuentra la cuestión política, social y económica de la autonomía catalana.

MUROS Y MILITARES.

SE HA PRETENDIDO instaurar la idea municipal de poner al servicio de la población un nuevo parque o super parque en los terrenos donde se ubicaba el antiguo Parque de Artillería. 

Supuestamente, sólo había una forma de conseguir hacer realidad este sueño: hacerse con la propiedad de esos terrenos por el duro sistema de compraventa. Pero el vendedor ha hecho valer su condición de propietario pidiendo unas cantidades que el Ayuntamiento no podía asumir.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Burgos, apelando a su condición de desprovisto, ha pretendido acceder a semejante maniobra por otras vías. La primera por medio de un regateo infinito intentando abaratar los precios exigidos. No ha lugar. La segunda, permutarla con terrenos propiedad de la ciudad. Nada que ver con la realidad. No ha lugar. La tercera, intentar poner contra la pared a la propietaria haciéndole ver que quedaría en muy mal lugar vedando a la ciudad aquella zona tan importante para su desarrollo, apelando a los sentimientos más profundos del vendedor y haciéndole depositario del dolor de corazón que podía imprimir en los ciudadanos el supuesto de no llevarlo a cabo. En pocas palabras: conseguir la propiedad de esos terrenos sin convenir un meritorio precio de mercado. No ha lugar. 

Defensa no ha picado y se ha dejado llevar por otros vientos.

Hasta hace unos pocos años este problema no existía ya que la Administración Central hubiera dicho: «salga el cuartel de Gamonal y quédese el Ayuntamiento con él». Pero ahora, modernidades aparte, tanto el Ayuntamiento comprador como el Ministerio vendedor son entidades diferenciadas en las que cada uno mira exclusivamente por sus propios intereses.

Sin entrar en valoraciones previas o truculencias como quien prestó el terreno a quién y con qué perspectivas, lo cierto es que esos terrenos siempre han estado ocupados por militares: Academia de Ingenieros, luego diferentes Jefaturas Logísticas, luego la Brunete y ahora la División San Marcial. 

Ahora Defensa, propietaria de los terrenos, acuciada por los inminentes gastos en compras de material o incluso el pago de la prestación prometida a los soldados mayores de 45 años cuando acaban su contrato, se ha convertido en un correoso negociador de la mano de una ministra que parece que nunca ha roto un plato.

En fin, de momento no ha habido posibilidad de acuerdo y el comprador se va a quedar con las ganas, pero de frente tenemos una idea emitida por el Sr. Fernández a la cabeza del grupo municipal socialista. Ha dicho que se debe abrir el cuartel a la ciudad, que hay que eliminar las alambradas y que la ciudadanía conseguirá derribar los muros del Diego Porcelos… En la mejor línea del Sr. Sánchez Gordillo. Ya le vale.

LOS DÍAS TIERNOS.

Las fiestas mayores de Navidad ya han pasado y solo nos queda Reyes para recordar unas fiestas que, dentro de lo que cabe, han sido entrañables. En estas fechas, ya sea por las luces o el ambiente que producen las compras y el consumismo nos ponemos tiernos y mejoramos algo nuestra conducta y nuestra cara de vinagre. Nos deseamos lo mejor y nos damos la mano, abrazos o besos sin pensar que dos días antes nos limitábamos a un simple movimiento de cabeza. Luego, cuando finalizan parece que como por arte de magia se nos borra aquella sonrisilla tierna y volvemos a la cruda realidad.

Por eso aprovecharé estas líneas para volver la vista atrás y recordar cómo hemos pasado las fiestas navideñas. Los que hayan podido, que los habrá que no, seguramente habrán estado reunidos con la familia procurando pasar lo más desapercibidos posible y al rebufo del síndrome del cuñado. ¡Cuidado! es una máxima demostrada que si comenzamos a cenar y no hemos calado al cuñado es que quizá seamos nosotros mismos. Al contrario, me pregunto porque no existe el síndrome de la cuñada ahora que está tan de moda la igualdad y la fraternidad (es un decir) entre los dos sexos.

También se me ocurre pensar cómo han pasado las navidades los militares desplazados en el exterior, lugares en donde su presencia es obligada y sin embargo no muy recompensada.  O los policías en los barcos Rhapsody y Azzurra, comiendo peor de lo que han podido comer los políticos ingresados en prisión. Es sobradamente conocido que con los derechos fundamentales más claros que los de los policías, sí habrán podido cenar en consecuencia. Eso sí, los villancicos se habrán cantado con más fuerza en Tabarnia.

Y cómo lo habrá pasado Puigdemont, el pobre, obligado a pasar las Navidades lejos de su patria chica, en un palacete de lujo propiedad de un independentista flamenco con 2.6 hectáreas. Seguro que ha sufrido horrores, pasando privaciones, carencias y escaseces. Tal debió ser, que ha dicho que como regalo de Reyes quiere volver a Cataluña. Se ve que le ha afectado aquello de la ternura de los anuncios de Navidad y el “vuelve a casa vuelve”. La pena es que si vuelve el Estado le estará esperando para darle habitación en “villa candado”.

Si, amigos, sí. Aunque las luces y el ambiente ya no permanezcan, la ternura de los días anteriores no debe perderse. Sonriamos y procurémonos un año nuevo mejor que el anterior. No caigamos en la tentación de pensar que todo viene dado y que el año que empieza, por inercia, va a ser mejor. Feliz 2018.