miércoles, 26 de octubre de 2016

Bigotes en noviembre.

Con noviembre a la vuelta de la esquina, vuelve otra vez el movimiento MOVEMBER. 
Éste, (contracción de moustache y november) es ese movimiento procedente de Australia, que, siguiendo los pasos de otros movimientos de solidaridad, apoyo y financiación a la investigación en ciertas enfermedades, ha propuesto que, para respaldar la lucha e investigación contra el cáncer de próstata y testículos, salud mental y prevención del suicidio, los hombres se dejen bigote durante el mes de noviembre. 

En este tiempo que vivimos, en el que el altruismo, la generosidad y la filantropía se han hecho un hueco en nuestra sociedad, han proliferado las organizaciones que proponen hacer algún tipo de esfuerzo -personal o económico- a favor de cualquier colectivo de personas con determinadas enfermedades. Un auténtico ejemplo de lo que es la solidaridad humana. 
Entre las propuestas que se nos formulan, son muy valoradas las carreras contra el cáncer o de mujeres unidas contra el cáncer de mama. Por poner un ejemplo, en España, el número de carreras populares ha sido desorbitado y se han disparado aquellas que proponen alguna causa de carácter solidario. Solamente en Castilla y León se han contado en lo que va de año, más de ochenta carreras populares, de las cuales casi la mitad han sido solidarias. 

Pero a diferencia de otros movimientos, el MOVEMBER no pide correr, llevar un lazo en la solapa, o siquiera echarse un caldero de agua con hielos sobre la cabeza. Únicamente pide que los hombres se dejen bigote durante el mes de noviembre. 

Sin embargo, se preguntará el ávido lector, ¿porque el bigote? Fácil. En otro tiempo no era posible pasar de niño a hombre sin mostrar en el labio superior una concentración de pelo que, en mayor o menor medida lo tapaba, dando así una imagen de hombría, poderío y brío, adecuados a la época en que se vivía. Era el bigote. 
Con aquella exhibición de pelo queríamos emular a cualquiera de los muchos ídolos que lo llevaban. Nos íbamos a la mili, lampiños como bebés y volvíamos con un matojo peludo en el morro que nos acreditaba como hombres. 

Pocos habrá que no estén de acuerdo con este argumento. Gandalf, Chaplin, Groucho Marx, Arrocet, Dalí, Cantinflas, Santana, Axl Rose, Tom Selleck, Clark Gable, Fredie Mercury, Sazatornil, o Charles Bronson eran algunos de los orgullosos portadores de semejante adminiculo y quienes se encargaron de generalizarlo. Aquello se traía con honra y orgullo y era en muchos casos, ejemplo de generaciones y emblema familiar. También otros de más infausta memoria ayudaron a hacer de él toda una institución. 

Pero un día, silenciosamente se fue, y sólo quedaron unos pocos nostálgicos que, manteniendo una honrosa posición, no quisieron atenerse a las modas y novedades que marcaban las nuevas tendencias y quisieron conservarlo. 

MOVEMBER únicamente pretende manifestar nuestro apoyo hacia aquellos enfermos, con la muestra externa de un bigote. El asunto es comenzar el mes totalmente afeitado y lo dejaremos crecer hasta que acabe. 
El logo del mostacho peinado, encabeza la enseña del movimiento: “dejémonos bigote sin olvidar que es por una buena causa”. Eso sí, sólo ellos. Ellas bastante harán con aceptar los cambios producidos.


lunes, 24 de octubre de 2016

Ante la grave crisis del PSOE.

Ante la grave crisis del PSOE.
He leído atentamente la carta que días pasados remitió a este periódico el Sr. Secretario de Comunicación de CEM del PSOE Burgos y no puedo estar más de acuerdo con él en una única cosa. El PSOE es un partido radicalmente democrático e inequívocamente e izquierdas.  Y como decían Kiko y Mayra, hasta ahí puedo leer.
Del resto de la carta, absolutamente todo me parece discutible, pero lo que más son los términos utilizados para definir a ciertas personas o instituciones que no parecen los más adecuados para una persona de su posición. Sin muchas dificultades parecía estar oyendo a Pedro Sánchez cuando, sin atender a las formas, en el debate con Rajoy se empeñó en insultarle públicamente.
Permítaseme, por tanto, reflejar ciertos detalles que en esa epístola considero de interés. Comenzar por la expresión “golpe chusquero”, que además de ser un término absolutamente en desuso es una música que rechina, amén de no encajar, se coja por donde se coja, con lo sucedido en estos días. Considero del máximo respeto a personas como Felipe González, Alfonso Guerra, Jose Luis Corcuera o el mismo Pérez Rubalcaba, entre otros muchos, que han dado a España lo mejor de sí mismos con importantes políticas de izquierdas que han llevado a este país a estar donde se encuentra ahora mismo. Bagaje que debería ser más que suficiente para que se evitasen en sus personas epítetos del estilo de jerarcas, conspiradores o traidores.
Por su lado, independientemente que las reflexiones que el autor presenta en esa carta sobre la situación actual de su partido pudiesen estar en lo cierto e incluso aceptando que pudiese tener razón en ciertas afirmaciones de que hace gala, la forma de expresarlas no parecen encajar debidamente en una misiva de estas características.
Evidentemente, dado su cargo, el autor seguramente estará más al día en los estatutos del partido que un servidor y probablemente podrá saber de primera mano si la Gestora que está llevando ahora mismo la dirección del mismo y que debe conducirle hacia su próximo Congreso federal, es o no de dudosa legitimidad, pero permítaseme recordar que para nombrar a esa Gestora se han debido tomar todas las prevenciones contempladas en los estatutos en cuanto a formación, nombramiento, elección, mayoría y quorum.  El presidente de la Gestora ha sido nombrado con una amplia mayoría y hasta ahora ha actuado de acuerdo con la Ley y con el máximo respeto a los estatutos.
Efectivamente, esa Gestora con su presidente al frente ha debido tomar una decisión, que imagino no habrá sido fácil, pero que marca las pautas para empezar a trabajar en el futuro próximo del partido. No entraré a valorar si conviene al PSOE continuar con el NO es No o siquiera optar por la abstención. Eso es algo que deberá votar el partido, en su próximo Congreso, pero, eso sí, siempre considerando que el PSOE no debe jugar a ser Podemos, porque perderá.

Lo que sí puedo decir desde mi posición es que España necesita un PSOE a la izquierda del PP, crítico con populismos y estricto con nacionalismos y soberanismos, ofreciendo diálogo y haciendo una oposición responsable para evitar los desmanes que pudiesen concurrir en el partido del gobierno. Los militantes, los votantes y todos los españoles se lo agradecerán.

miércoles, 19 de octubre de 2016

El respeto a los símbolos.


No lo podía creer. Cuando leía aquella información que venía a decir que Eduald Carbonell, a la sazón uno de los encargados de conseguir que Atapuerca se conociera en España y por supuesto en el mundo, no se había levantado cuando sonaban los acordes del himno nacional, me parecía que estaban hablando de otra persona. 
No podía ser que alguien que había ido buena parte de su vida laboral de la mano de las instituciones burgalesas y por ende las españolas, fuese capaz de cometer tamaño despropósito. 

A este individuo -perdóneseme la expresión, pero cualquier respeto que pudiese tener por él ha pasado a la historia- en la mejor línea de Zapatero perpetrando aquella gamberrada de no levantarse al paso de la bandera americana, no se le ocurrió otra cosa que utilizar el inequívoco principio constitucional de qué, siendo España un país democrático, no tenía por qué levantarse al paso de la Bandera, dando así, con ello, apoyo implícito a la penumbra que está ensombreciendo Cataluña. Vale. 
Me uno a su dolor al verse obligado a recoger el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en un entorno como el Teatro Campoamor rodeado de banderas nacionales. Igualmente cuando se le nombró doctor Honoris Causa por la Universidad de Burgos, en un hábitat repleto de enseñas rojigualdas. 

Supongo que para evitar memeces de ese estilo, habría que modificar los estatutos de los premios que se entregan a estas grandes personalidades y explicarles que quien recoge tales condecoraciones lo hace en nombre del país y con ello se lleva todo el lote, incluyendo los símbolos patrios. Bandera, himno o Fiesta Nacional son parte de las muestras que difunden los valores de la historia de un país. 

El pasado doce de octubre, nuestros próceres se congregaron en el Paseo de la Castellana para conmemorar solemnemente una Fiesta Nacional qué, por si alguien no lo tenía claro, celebra el día de todos los españoles. Para variar, los de siempre no asistieron, y para variar otros que se llenan la boca con soflamas patrióticas de todo a cien, tampoco lo hicieron. 
La consigna esta vez era afirmar que no deben celebrarse fiestas que recuerden al franquismo o que ensalcen las virtudes militares de un país o qué, para celebrar el día nacional, lo que hay que hacer es estar con la gente y pamplinas por el estilo. Vamos, vamos. 

Confucio, entre otros autores dijo que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla, así que con él, me temo que tales comportamientos no alcanzan al objetivo pretendido, sino que van más bien en la línea de un acto de defensa en evitación de males mayores.

jueves, 13 de octubre de 2016

Militares y presupuestos.

Hace años, cuando todo el mundo iba obligatoriamente a la mili y había incluso fiestas para que los quintos del reemplazo lo celebrasen, sin dudarlo se cogía el saco petate y directamente a la estación donde, después de haber pasado por 200 o 300 paradas te apeaban en el lugar donde pasarías unos meses. Nadie dudaba que barrería, fregaría, etc. 
En la milicia se aprendería a defender el país de aquel enemigo que siempre estaba avizor esperando para caer sobre nosotros, pero mientras llegaba ese momento se empatenaba el cuartel.

Llegó Aznar con las rebajas y montando un ejército de profesionales que sólo deberían prepararse por y para la guerra, llevó la mili al olvido. En poco tiempo, ya nadie recordaba lo que había sido aquello o lo que se hacía allí. Únicamente las batallitas de los más mayores recordaban aquellos días de cocinas interminables u odiosas limpiezas de letrinas.

Ahora el “vampiro” Montoro sirviéndose de una frase nada castrense “cerrojazo presupuestario” ha hecho que aquellos soldados profesionales que se habían preparado para defendernos de las amenazas externas, se hayan encontrado de repente con que deben volver a usos no precisamente de carácter militar. El general de turno ha dicho que hay que arrimar el hombro y con la misma ha dispuesto que los soldados profesionales vuelvan a fregar platos, limpiar baños o auxiliar en el manejo de las perolas.

Ciertamente, hoy la situación permite y admite que las asociaciones en defensa del soldado hayan echado las manos a la cabeza y hayan previsto, incluso, llegar a los tribunales para evitar tamaño despropósito. Creo un poco exageradas tamañas contiendas. Más bien habría que ir directamente a quien ha decidido acerrojar cerrando el grifo a las contratas de personal externo que se ocupaba de estas tareas.
Si hay que hacerlo se hace y, precisamente ese colectivo, los más disciplinados y obedientes a la hora de satisfacer esas necesidades, seguro que no se quejarán, pero el hombro tiene que arrimarlo todo el mundo. Si los soldados deben estar a instruirse y prepararse para lo que pueda pasar, los diputados también deberían estar a lo suyo y si no lo están lo lógico es que también se les pueda recortar el haber. Cada uno tiene que estar a lo que tiene que estar. No me hago un suponer de ver a nuestros queridos próceres, escoba en mano, mientras pronuncian alguna dilatada soflama, si un buen día el cerrojazo fuese para el personal que se encarga de mantener en condiciones las instalaciones parlamentarias. 

Posiblemente pueda tener razón. La falta de gobierno o el frívolo gasto en elecciones inútiles nos han llevado a ello, pero quizá Montoro debería ir pensando que no siempre se debe apretar por el lado más débil y dar paso a que haya más gente que arrime el hombro.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Pedro Sánchez y El Cid.

 Recibo un whatsapp en el que con la figura y los gestos de Arias Navarro, se ve la leyenda “españoles, el PSOE ha muerto”, en referencia a la defenestración del, hasta ahora, secretario general del PSOE. No, que va. Quien ha muerto es la socialdemocracia del No es No. Del no hablar ni negociar. De mantener el puesto ante todo. De imponer las decisiones personales a las de los intereses generales. De pretender escudarse en los militantes. De traer a la sede de Ferraz a obtusos que, armados de pancartas y algunos con porras, hagan requiebros a sus representantes legítimamente elegidos. 

Mientras eso sucedía, tuve ocasión de disfrutar las actividades que se incorporaban como parte de un fin de semana cidiano. Entre ellas pudimos asistir a un desfile, cabalgata donde se representaban las andanzas de Don Rodrigo incluyendo, como no, la Jura de Santa Gadea y el posterior destierro. 

Allí unos actores perfectamente pertrechados, cómo si en esa época viviesen, nos mostraban como Rodrigo obliga al rey Alfonso VI de León a prestar juramento en la Iglesia de Santa Gadea. Y posteriormente como tras ser acusado falsamente de haberse quedado con las parias que fue a recaudar a Sevilla, el Cid es desterrado de Castilla por el mismo rey. Aquel actor, remedando al héroe, rodeado de sus leales que le animaban, repetía: volveré, volveré. Una revisión de la leyenda siempre viene bien pero, aunque no deje de ser más que una coincidencia, en poco tiempo Pedro Sánchez ha jurado a Felipe González y posteriormente ha sido desterrado de la fortaleza de Ferraz a purgar sus culpas. 

Nos cuenta el Cantar del Mío Cid que, Rodrigo volvió del destierro y posteriormente fue capaz de recuperar su estatus social y el puesto que anteriormente tenía. El Cid ganó. Sánchez ha perdido. Pero su destierro no es más que parte de una muerte política anunciada. Ahora, como responsable de esta situación, debería estar planteándose si las decisiones que ha tomado han sido las correctas. Pero parece que, su única decisión ha sido pasar a la cuarta fila. Su lugar lo ha tomado una gestora que será la encargada de revisar sus disposiciones y encargarse de los trámites para nombrar a su sucesor. Si esa gestora entiende que su postura era la correcta y que la solución para los problemas de sin gobierno deberían pasar por unos nuevos comicios, pues venga. A por los terceros. Pero eso sí, negociados y con espíritu constructivo. 

De todas formas, no tengo la menor duda que Sánchez está pensando que el mejor relevo para él, será él mismo y me lo imagino, como Terminator, repitiéndole a Luena y compañía, la muletilla “I will come back”. Pero eso será otra historia.

MILITARES Y CONSTITUCIÓN.

  Escucho en foros políticos y mentideros de tertulianos, glosas de las virtudes de la ministra de Defensa Margarita Robles. Algunos la su...