miércoles, 19 de junio de 2019

EL EQUILIBRIO DEL TREN : Ciudadanos y la Sibila.

Cuenta una famosa leyenda de Roma que el Rey Tarquinio “el Soberbio” compró tres libros que profetizaban el futuro de Roma a la Sibila, una famosa profetisa. La Sibila le ofreció nueve libros a un precio extremadamente alto, pero Tarquinio se negó a pagarlos creyendo conseguirlos más baratos. La Sibila destruyó tres de los libros, procediendo a ofrecerle los seis restantes al mismo precio inicial. El Soberbio se negó de nuevo y ella destruyó otros tres. Ante el temor de que desaparecieran todos, el rey aceptó comprar los tres últimos, pero pagó por ellos el precio que la Sibila había pedido por los nueve.

Los votantes, que habían otorgado mayoritariamente el voto al PSOE, creían que éste se convertiría en el responsable de cumplir la mayoría de su programa de gobierno, con el que había concurrido a las elecciones, pero la política es complicada (que se lo pregunten a Rajoy) y hete ahí que el tercero en discordia, Ciudadanos, ha aprovechado una posición de acomodo para hacer pactos con el segundo, el PP que, a poco, pondrán en la calle al ganador por votos. Hasta ahí, no deja de ser algo usual, dentro de la legalidad de la política. Ciudadanos, llevado por un ego enfermizo e insano, ha planeado un sistema de pactos con su “socio preferente”, pretendiendo el poder sin plantearse las consecuencias de ese exceso de soberbia. 

Como si la suma de sus votos con los del PP fuesen suficientes, pactó unos acuerdos a nivel nacional en los que acumulaba una importante parte del pastel, ninguneando a quien realmente tenía la llave de todo, que no era otro que Vox con sus pocos diputados o concejales. Si el término “pacto a la andaluza” había dado resultado en Andalucía -Ciudadanos más PP más otros abstencionistas que hubiera por allí- ¿por qué no en el resto?

Así llega el caso de Burgos, pronto de estudio en las Universidades de Políticas. La escena de los dos concejales electos de Vox votando a su propio candidato, la cara del candidato de Ciudadanos pareciendo estar en otro lugar a miles de kilómetros o los ojos abiertos del aspirante del PSOE, se hará viral no tardando. 

Ciudadanos denostó a Vox, sin pararse a pensar que sin sus votos no llegaba a nada y sencillamente se limitó a obviarlos, incluso ofendiendo a esos votos y a sus votantes y al final ha perdido. Ahora sólo queda la moción de censura que parece irremediable. Pero, para eso, Tarquinio deberá pagar a la Sibila la misma mercancía, pero por un precio tres veces mayor. Y Tarquinio, pagará.

EL EQUILIBRIO DEL TREN : Pactos cansinos.


Días han pasado desde que un trio de elecciones nos han dejado perplejos, con resultados variopintos, y sin dejar claro quién o qué partido político va a gobernar en prácticamente ninguna de las ciudades o comunidades autónomas del país. Mucho menos con respecto a la elección de Pedro Sánchez quien tampoco lo tiene claro, puesto que depende de casi todos los demás para llegar a gobernar.
Viene la auténtica política post electoral. Aquella que decide, aun a costa de lo que han votado los ciudadanos, quien va a dirigirnos. No importa quien haya ganado, quien haya recibido más apoyos o haya conseguido la mayoría de los votos. Sólo depende de los intereses de los partidos y de lo que éstos puedan recibir a cambio de manifestarse públicamente a favor de determinado candidato.
Para llegar aquí, los partidos (todos los partidos) inician un mercadeo grosero y tosco, cierto, legal y autorizado por nuestro sistema, pero cansino. Muy cansino. Te doy la Comunidad Autónoma tal a cambio de que me des el voto en el Ayuntamiento cual. Te cambio el voto a favor de Murcia por el Ayuntamiento de Burgos. Si quieres tener el voto en Madrid, me tienes que votar a favor en Navarra. Si quieres mis votos, quiero entrar en el gobierno, o quiero un ministerio o una vice presidencia. Un auténtico cambio de cromos.
Si le preguntamos a algún político, siempre te dirá que todo va bien, que las conversaciones están muy avanzadas y que su partido gobernará, pues ha conseguido los apoyos del otro partido. O a la inversa. Sacar tajada con su excelente resultado de dos concejales o la llave de la investidura a la presidencia con su único representante. Realmente cansino.
Ante esto, los partidos, sin pensar en sus votantes, han innovado. Ciudadanos de Castilla y León y su representante Sr. Igea, han cavilado que para pactar con el PP tienen que vedar aquellos alcaldes o presidentes de Diputación que lleven más de ocho años.  ¿De dónde lo habrá sacado? ¿Dónde metemos a los presidentes de las diputaciones? ¿Les hacemos volver a la dura y terrible concejalía? Pobres de ellos.  
Podemos ha reflexionado y dados los malos resultados se ha cargado al entrenador y ha echado a Echenique como responsable del mal resultado, pero a cambio le ha nombrado presidente de la comisión de seguimiento de pactos de gobierno. Un puesto realmente necesario. Je, je.
Lo malo es que el votante, el justiciable que ha ejercido su derecho al voto y que ha pretendido dejar claras unas pautas para los políticos, verá como estos se las pasarán por el arco del triunfo. En fin. Divertido pero cansino.

domingo, 9 de junio de 2019

EL EQUILIBRIO DEL TREN: Huelgas infantiles.



Vienen los últimos días del curso escolar y vemos que los alumnos han cogido la aceleración adecuada para terminar con éxito los últimos exámenes y disfrutar luego un merecido descanso.  No obstante, no quiero desaprovechar la oportunidad que me da esta atalaya para recordar un asunto que, entiendo de máxima importancia y que no es otro que la masiva convocatoria de huelgas de todo tipo de pelaje que se han promovido durante el curso y a las qué, como personal prioritario han sido invitados todos los alumnos.
No menos de cinco huelgas, entre unos tipos y otros, ha aprovechado el alumnado y forzosamente el profesorado para hacer unas “pellas” grandes como catedrales. Ciertamente. Las ha habido generales, a favor de la mujer, en honor del medio ambiente, por una mejor Educación, por la ecología... Las posibilidades no dejan de aumentar y el legítimo derecho a la huelga les ampara. Una norma preconstitucional que ningún gobierno conocido hasta ahora ha tenido la valentía de actualizar y poner en consideración con los tiempos que corren, permite que cualquier colectivo afectado por su particular tesitura anime al resto del personal a arrimarse a su ascua, promoviendo la adhesión al mismo a cuantos más adeptos, mejor.
Pero claro. No se puede pretender que un colectivo imberbe como éste las haga todas. Cuentan que los convocantes de aquellas a favor del medio ambiente pretenden ampliarla a todos los viernes. Creo que perdemos el oremus. Los menores, emplazados a compartir un día sin clase, se apuntan a cualquier tipo de bombardeo, sin valorar ni entender, en muchos casos, el objeto principal de la reclamación.
Para ello, si de verdad queremos dar valor a la demanda, hagamos que los alumnos participen del esfuerzo de los convocantes por medio de una severa asimilación del problema a todo aquello que pueda afectar a la sociedad.
Démosles a conocer los problemas laborales que auspician una huelga. Hagámosles ser partícipes de la mejora del medio ambiente por la utilización de papel en la envuelta del bocadillo, evitando el papel aluminio o apoyemos desde la escuela la aportación de tiempo libre de este colectivo por medio de la recogida de residuos plásticos acumulados en las orillas del rio después de un botellón. Expliquémosles que el apoyo a los problemas de la Educación se puede dar durante el resto del curso mediante el respeto y aceptación de las normas educativas. O hagámosles saber el significado de las huelgas llamadas “a la japonesa” donde el día de huelga se pasa trabajando o con asistencia masiva a clases.
Y recordémosles aquella cita de Cervantes: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Compartámoslo.


ACATAR O ATACAR LA CONSTITUCIÓN.



Es uno de los permanentes dilemas que tenemos en España con esta normativa que no acaba de ajustarse a los convencimientos de unos y otros. Hace unos días se celebró en el Congreso de los Diputados y en el Senado español la toma de posesión de los nuevos congresistas y senadores y tuvimos que ver con sonrojo como muchos de ellos obviaban la fórmula estipulada en el Reglamento de las Cortes, para soltar unos juramentos o promesas que nada tenían que ver con lo que se estaba celebrando. Más bien parecían declaraciones políticas de intenciones, sin que nadie, con mando, diese un paso para arreglarlo. ¿Cuál era la idea? Acatar la Constitución o ¿atacarla? Cierto es que ya, anteriormente, hubo juramentos extraños, pero también cierto que había unos presidentes de las Cámaras que controlaban todas aquellas manifestaciones fuera de lugar de sus señorías.
Si tuviéramos que buscar un responsable, sería Rodolfo Chikilicuatre, en la interpretación de David Fernández. Una forma absolutamente chunga de ver lo que se cocía en España en el año 2008. Ese año, se permitió al electorado emitir un voto que, a la postre, sería el decisivo para elegir el representante de España en Eurovisión. Nadie dio un paso para evitar tamaña tomadura de pelo y así nos fue. Chikilicuatre dio al exterior, la imagen de un país cutre y atrasado, metido de lleno en algún tipo de duda existencial de la que nadie tenía claro por dónde salir. El modelo Chikilicuatre abrió la puerta a poder hacer lo que nos dé la gana y enseñar al exterior cómo somos los españoles. Esta vez, hemos explicado que en España ni juramos ni prometemos. Nosotros lo hacemos por Dios y por España, por el planeta Tierra, por Mafalda o por el Monopoly que teníamos cuando estábamos en primaria.  Da igual. El asunto es dar el cante y ponerse a la altura de cualquier país bananero, dando una imagen absurda y mema de lo que se supone debe ser una actuación seria de los más importantes poderes del estado.
Se preguntará el ávido lector: ¿Qué será lo siguiente? Es difícil de predecir. Después de haber visto la pérdida absoluta de valor de la corbata, la entrada en el Parlamento de las rastas, las mochilas y los pantalones vaqueros de culo caído o las camisetas negando al Rey o a la monarquía, solo nos falta que el juramento de este tipo de personas que no vienen al Parlamento más que a hacer algún tipo de paripé, sea venir ya jurado de casa o, emulando al gran Chiquito, jurar por la gloria de mi madre. Quien sabe.


ELECCIONES VARIADAS.



Se presenta una semana y un fin de semana movidito, con un llamamiento al voto, nada menos que para tres elecciones. Municipales, autonómicas y al Parlamento europeo.
Cada uno verá la trama dependiendo del cristal con que lo mire y como siempre cada uno deberá ver que determinado movimiento o estrategia le favorece más. Cada uno escogerá a su mejor alcalde o verá qué presidente de Comunidad Autónoma prefiere. Igualmente, deberá distinguir cuál de los candidatos presentados a las elecciones para diputados europeos puede interesarle más.
En Burgos se presentan un mínimo de seis candidatos a la alcaldía. Uno de ellos, senador electo, aparentemente no durará demasiado en el puesto. Otro, lastrado por el inconveniente de un jefe de partido y a la vez presidente de gobierno cuya única inquietud es como ayudarse a sí mismo. El siguiente, después de unos años de segundo en la oposición municipal, ahora va de primero porque a la primera la han quitado de un plumazo desde Madrid. Otra encabeza un partido-coalición prácticamente desaparecido. El siguiente probará suerte en una nueva coalición, después de haber sido despedido de la anterior. Del siguiente, sólo sabemos que encabeza una opción de partido que todavía no ha demostrado nada que no sea señalar propuestas y que, de antemano, aparece marcado por su propia conformación de organismo político no afín al resto de las conformaciones políticas. Del resto, poco más.
En la Comunidad se presentarán otros tantos candidatos que nos prometerán que todo va bien o que todo va a ir mejor con ellos; que todo iba peor hasta ahora mismo o que los años que ha estado el gobierno el anterior han sido años sólo válidos para escamotear, falsear, defraudar… etc. Técnicas rancias y añejas, conocidas por no decir lo bueno que se hará, sino lo malo que harán los demás. Finalmente, la cuestión europea. Es sabido que los españoles tenemos la misma conciencia de europeos que la que podamos tener de terráqueos y de ahí que en unas elecciones de este estilo, el votante, en general, prefiera quedarse en casa pensando en una falta de afectación. Pero, atención. Esta elección de diputados europeos, aunque pueda no parecerlo, afecta tanto al país como a la región como a la propia ciudad. Es decir, los candidatos europeos acaban siendo los dan las ayudas a los municipios, a las regiones o al propio país. No olvidemos la PAC, las ayudas para carreteras o los fondos europeos para mejoras en ciudades…
En fin, es lo que tenemos. Lo único que podemos hacer es ejercer el derecho al voto con inspiración y que Dios nos coja confesados.

MILITARES Y CONSTITUCIÓN.

  Escucho en foros políticos y mentideros de tertulianos, glosas de las virtudes de la ministra de Defensa Margarita Robles. Algunos la su...