martes, 17 de julio de 2018

TÍTULO DE COLUMNA: EL EQUILIBRIO DEL TREN: EL FUTURO DE LA SELECCIÓN.


¿Con que resultado se hubiera usted conformado antes de empezar los mundiales de Rusia? ¿Con caer en octavos de final? ¿O en cuartos? Seguro que no menos que ganar el Mundial. Teníamos equipo, entrenador, jugadores, solera, habíamos ganado todos los partidos de la preparación para este parto que es el Mundial de Fútbol y éramos temidos, prácticamente, todo ganado de antemano. ¡Cuidadín que ahí vamos nosotros!, ¡Que ganamos el Mundial en 2010! ¡Cuidadín…! Pero a la segunda de cambio habíamos pasado privaciones con un equipo de Tercera División como Irán y a la siguiente costó sangre, sudor y lágrimas empatar con Marruecos. Increíblemente, una coincidencia estelar de Marte con Saturno hizo que Portugal empatase su partido y pasásemos como primeros de Grupo, con la benevolencia añadida de cuadrar con la selección en teoría más débil. 

Rusia le dio lo suyo a España con una lección de trabajo en equipo y sufrimiento basado en el juego directo. La “contra” de toda la vida. Aquel juego espectáculo de tiki-taka con quinientos pasecitos en cada jugada había pasado a la historia. Luego la justicia divina hizo que Croacia, una selección principianta, le diese lo suyo a Rusia con el mismo juego que ésta practicaba. Pero claro, los españoles somos muy de calcular. ¿Qué hubiera pasado sí…? Si Rusia le ganó a España y Croacia le ganó a Rusia evidentemente Croacia le habría ganado a España por un mero silogismo en A. Por lo tanto, todo va bien. Aunque pasamos por el problemilla de que tres días antes no teníamos entrenador, Hierro cumplió decorosamente, por lo que ahí no parece estar el problema. Nos había tocado un Grupo de lo más asequible, pero nos ha costado un triunfo pasar. Y el rival de cuartos, una perita en dulce. ¿Qué ha pasado? Pues que el equipo español ya no es un equipo de raigambre preparado para lo más alto de la élite futbolística mundial. ¿Y el futuro? 

Hierro, el honesto, ha caído y dimitido de todos sus cargos, así que busquemos un nuevo seleccionador. Novios hay muchos: Roberto Martínez, Quique Flores, Michel… La ocasión de empezar de cero es brillante. Entrenador nuevo, jugadores nuevos, nombre nuevo. Volvamos a la Selección Española y a la humildad. Olvidemos por un tiempo eso de La Roja y las figuritas. Sí, hemos ganado un Mundial, pero lo único que queda de él es la estrellita que llevamos cosida en la camiseta. 

Ahora queda enseñar las reglas del futbol a los defensas, averiguar sí el portero titular era el más adecuado y sobre todo, buscar una normativa que enseñe al presidente a actuar recapacitando y a los presidentes de los clubs de futbol a entender que la Selección Española somos todos.

TÍTULO DE COLUMNA: EL EQUILIBRIO DEL TREN: CONSENTIMIENTO EXPRESO.



Recientemente y por voz de la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, se han iniciado los trámites para modificar nuestro Código Penal en el sentido de exigir qué, para cualquier relación sexual que se pretenda, se exija a los contendientes un consentimiento expreso previo al mismo. Tal consentimiento debe venir otorgado previamente por la persona que consiente, sin especificar el sexo de quien tiene que concederlo. 

En resumen, para poder tipificarlo como agresión debe existir una falta previa de consentimiento. Aquello del “NO ES NO”, ha pasado a “SIN CONSENTIMIENTO, ES NO”. Esto qué desde mi humilde punto de vista, no tiene ninguna discusión, presenta una serie de inconvenientes sustanciales que afectan al fuero interno de quién debe otorgar el consentimiento, pues éste puede ser absolutamente variable: ahora consiento, ahora no consiento, ahora sí y ahora ya no. Una venia qué debería ser tácita y previa, no lo es. 

Por ello si el consentimiento no está previamente objetivado con valores como él desde cuándo, el hasta cuándo o hasta qué momento se ha otorgado, el trabajo de la justicia y los jueces sin tener unos datos objetivos en que basarse a la hora de tener que juzgar sobre ellos, llevaría a utilizar la única prueba de hecho conocida: la palabra de cualquiera de los contendientes contra el otro, con lo que, lamentablemente, siempre una de las dos partes tendría que probar su postura, con el evidente inconveniente de que el derecho a la presunción de inocencia podría quedar tocado. 

Al rebufo de esta propuesta legislativa, Podemos se ha adelantado a los acontecimientos, exigiendo que incluso el piropo, aquel castizo piropo español sea, asimismo, tipificado como delito. ¿Qué pensaría Estrellita Castro? En fin. A lo que vamos. 

A los efectos de esa importante novación legislativa, los españoles que para esas cosas siempre estamos al quite, enseguida hemos buscado la parte frívola y sin pérdida de tiempo hemos visto aparecer en el whatsapp contratos y formularios en los que, por medio de una apariencia similar a un acuerdo de lo más legal, se presenta un prontuario que acoge los términos del consentimiento y poco más o menos plasma las condiciones de su utilización o las condiciones de su correcto desarrollo. En última instancia deja abierta la posibilidad de la utilización de la figura emergente del notario de cabecera. Parece poco serio, pero podría ser algo a presentar ante un Tribunal de Justicia. 

¡Cuidado! esto merece pocos chistes. No juguemos con las cosas serias e importantes e invoquemos una legislación adecuada al problema. Una regulación indebida o poco inspirada podría vulnerar derechos fundamentales de las personas, entre ellos uno de los más importantes: la presunción de inocencia. 


MILITARES Y CONSTITUCIÓN.

  Escucho en foros políticos y mentideros de tertulianos, glosas de las virtudes de la ministra de Defensa Margarita Robles. Algunos la su...