martes, 28 de noviembre de 2017

INÉS ARRIMADAS.

Ya he escrito sobre Rivera y su partido Ciudadanos y me ratifico en lo escrito pero, faltaba algo de suma importancia. Ningún jefe de partido es alguien sin sus colaboradores. Lo esencial en un líder de un partido político es saberse acompañar de unos secundarios de lujo que lustren y brillen las directrices que se quiere irrogar el partido. 
Rivera ha tenido suerte. Entre otros muchos, dispone en las filas del partido en Cataluña de la nueva aspirante con perspectivas a presidenta de la Generalidad de Cataluña.

Inés Arrimadas, con voz angelical e ideas claras, es la candidata del partido para las elecciones autonómicas del 21 D para hacer frente a los pesos pesados que le lancen. 
Sus argumentos, sencillos y aplastantes: conseguir apartar del gobierno de Cataluña a quienes pretenden la secesión, división o independencia de una autonomía rota por los afanes independentistas de unos pocos y volver a poner a Cataluña en el lugar del que nunca debió salir. 

Hemos visto como los partidos independentistas han transformado la realidad en un campo de minas solo para no nacionalistas. Hemos visto como para mantener un estatus de hipotética nación se han pasado por el arco del triunfo la historia reciente de Cataluña y la historia más antigua de España y hemos visto como significándose en su recalcitrante postura han alegado sangre en las calles o hacer un referéndum para salir de la Unión Europea. 
Ella ha dicho que lo remediará y la creo. Quizá no estés de acuerdo con ella, pero no miente. Ponga una Arrimadas en su vida. 

Rivera lo ha visto y ha dicho que la próxima presidenta de Cataluña será ella y además apoyada por una mayoría silenciosa que eliminará de una vez por todas la lacra del independentismo y la secesión Cataluña. 
Para ello, han ofrecido a las fuerzas del orden constitucional la opción de una cooperación masiva de fuerzas donde la unión evite el nuevo encumbre del nacionalismo más obstinado. 

Pero… ¡ay! Iceta y Sánchez no están por la labor y armados con el látigo de la intolerancia y olvidando que han pactado con Unió (fuerza política con evidente talante conservador y de derechas de toda la vida), han cargado contra ella llamándola ariete de derechones, adlater del PP y otras lindezas y asegurando que no la harán presidenta. Que cosas. Ella ha contestado diciéndole a Sánchez que deje de pensar en votos y sillas y se dedique a pensar en las personas. 

Así es España. Nuestros políticos llevan unas "burreras" que no permiten distinguir más allá de su propio interés y prefieren la ignominia de ver cómo los mismos de antes vuelven como emperadores al imperio que han dejado como unos zorros, a hacer frente común uniendo fuerzas y posibilidades. 

Esperaremos. Forcadell lo anticipó cuando la llamó señora presidenta y ella estuvo al quite con esa voz suave contestando algo así como “Todavía no …” ¿Será una premonición?

martes, 21 de noviembre de 2017

20-N

AYER FUE EL 20-N. Quizá los más jóvenes no lo recuerden, pero ayer hizo 42 años que murió el dictador Franco. En estos años hemos visto como poco a poco se han ido transformando todas las estructuras de un régimen que había durado casi 40 años y cuyo creador había sido el máximo exponente de su propia creación, sujetando con mano de hierro a una población que pedía a gritos libertad e igualdad. 

Eran tiempos de boina y pantalón de mahón, de falta de modernidad y de carencia de derechos, pero todavía algunos le recuerdan. Tantos años de historia no se borran de un plumazo y hasta no hace mucho, unos pocos nostálgicos se reunían, ya fuera donde se encontraba su tumba o en alguna manifestación al aire libre, para recordar con aflicción aquellos tiempos. 

Franco pretendió que su régimen le perviviese a sí mismo y nos dejó para los anales una máxima que, afortunadamente, no se mantuvo más que un par de años. De lo que podía suponer aquello de “dejarlo todo atado y bien atado”, lo único que le ha subsistido es que más de 40 años después, todavía nos encontramos con políticos, muchos de ellos que no han conocido ni vivido en esa época, que para rematar una manifestación o declaración que han hecho acaban llamando “franquista”, al contrario. Tantos años después y con una Ley de Memoria Histórica aprobada con amplia mayoría, todavía se sigue con ciertas coletillas. 

Lo cierto es que en los años en que Franco dirigió el país, nunca llevó al Ejército a la calle ni nunca se produjeron los altercados con que nos ha amenazado esta semana la señora Marta Rovira, a la sazón candidata por ERC a presidenta de la Generalidad de Cataluña en las próximas elecciones del 21 de diciembre. Esta buena mujer nos ha despertado con una película de terror del Ejército español camino de Cataluña para acabar con el “proces” en medio de un baño de sangre. Ya le vale. 

Declaraciones de este pelo recuerdan que los herederos del dictador todavía pueden andar pencando a sus anchas por la rígida España regional. Pocas cosas se parecen más a una declaración de principios dictatoriales que calentar a la parroquia con afirmaciones como esas. Los dictadores se han ido para no volver y afortunadamente hemos sido capaces de conseguirlo sin una mala bala ni una gota de sangre. 

La recomendable novela “Y al tercer año resucitó” de Vizcaíno Casas nos relata la historia de la España que se encuentra, un Franco resucitado. Acaba volviendo al Valle de los Caídos al no ser capaz de asimilar la nueva democracia. Seguro que, ante declaraciones como esas, soltaría una risilla.

martes, 14 de noviembre de 2017

INDEPENDENCIA.

ME CUENTAN que en una encuesta publicada en una reputada revista, se dice que los hijos abandonan el hogar familiar más allá de los 30 años, manteniendo hasta esa fecha un estatus de custodia compartida de ambos padres en espera de tiempos mejores para dejar la morada familiar, colocando a los padres en esa tesitura que últimamente se viene a llamar “el síndrome del nido vacío”. Es la independencia por fin. 
Han tardado 30 años y se van, pero cerca. Se van casi a la vuelta de la esquina, pero a los cuatro días están de vuelta a cenar porque nadie hace la sopa como mamá o por qué las croquetas de mi abuela son tan sagradas como el aire. Cierto como la vida misma: en ningún sitio como en casa. Pero eso sí: no se pueden llevar la cama.

Pero hijos hay que, habiendo vivido toda la vida pegados a las faldas de su madre, un buen día cogen unos amigos raritos y dudan de las excelencias de la casa: que aquello está mal, que ya no cocinas como antes o que ya no me entiendes cuando te pido dinero prestado. Por eso, ahora me voy y no vuelvo.

A los catalanes les ha pasado algo así. De ser los hijos pródigos, de haber recibido durante décadas y décadas ayudas por todo y para casi todo, de haber sido la región más atrayente de la península han pasado a ser un compendio de errores y deslices con una forma de actuar que ha demostrado una total falta de consideración con los padres que les habían mantenido en aquella feliz posición. 
Pero, he dicho los catalanes y me rectifico. No todos los catalanes. Solamente aquellos que creyendo que ya habían sacado de la teta toda la leche posible, han pretendido seguir solos sin pararse a pensar que las normas en que se habían amparado hasta el momento seguían estando vigentes y no podían irse llevándose la cama. 
Era de esperar, los padres han debido actuar de oficio. Arreglado, de momento. 

Ahora bien, somos españoles y siempre acabamos copiando de por ahí y aunque pueda parecer una mera anécdota, a Cataluña le ha salido un separatismo dentro del separatismo mismo y ya ha recibido avisos del Valle de Arán de que también quieren independencia. O las Machorras, en el término provincial de Burgos, que ha amenazado con pedir la independencia de Espinosa de los Monteros. 
El camino ha quedado abierto, pero por más independencia que se pretenda, no olviden que seguimos siendo los mismos. Léase el viejo refrán popular: dos que se acuestan en el mismo colchón se levantan de la misma condición.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

I HAVE A DREAM.

YO TENGO un sueño. Así empezaba el discurso más famoso de Martin Luther King, dado desde el Monumento a Lincoln en 1963, durante la Marcha por el trabajo y la libertad. King expresaba en él su deseo de un futuro en el que las personas negras y blancas pudiesen coexistir en armonía y como iguales.

La realidad era que las personas negras no tenían más derechos civiles que los pocos que les dejaba la dura segregación realizada por las personas blancas, donde la falta de principios y la supremacía de unos sobre otros era más que evidente.

Esta marcha por los derechos civiles se ha repetido una y otra vez a largo del tiempo en multitud de países, siempre exigiendo la eliminación de las violaciones de derechos y el retorno al estado de derecho.

Los países de la Unión Europea y prácticamente todos los países de occidente han entendido que esto debe ser así y han adecuado sus legislaciones a un marco de legalidad en el que no existen diferencias de igualdad y libertad entre las personas que lo habitan. Pretender que España es un país que favorece violaciones a la libertad de las personas, desigualdades entre ellas o que permite cualquier tipo de vulneración de los derechos fundamentales de las personas es una boutade. Por eso mismo extraña que el expresidente de la Generalidad se haya ido a Bélgica huyendo de la falta de derechos y libertades que según su opinión se proclama en España.

Ciertamente, por primera vez en la reciente historia democrática de este país, el estado de derecho ha utilizado uno de los artículos más duros de la Constitución Española para preservar los derechos de todos los españoles y guiados por un “tardón” presidente Rajoy, ha tomado las medidas necesarias para volver al estado de sensatez política exigible en cualquier país democrático. Como consecuencia de esa actuación el parlamento catalán ha quedado disuelto y los miembros del gobierno han pasado a disposición judicial y posteriormente a prisión. Se viene a decir ahora que España es un país que no respeta los derechos civiles o que la justicia no ha actuado equitativamente.

La juez instructora del procedimiento sencillamente ha atendido a los hechos, interpretado la ley y la ha aplicado con criterio, independencia y legitimidad. Ahora esta misma estructura ha enviado una euroorden de detención contra Puigdemont y éste debe volver España con presteza y ponerse a disposición de la justicia. Con ello el estado de derecho le dará la oportunidad de expresarse y manifestar los motivos por los que ha pretendido la secesión de España. No Sr. Puigdemont. Lo suyo nada tiene que ver con la lucha por la recuperación de los derechos humanos proclamada por el Dr. King.

MILITARES Y CONSTITUCIÓN.

  Escucho en foros políticos y mentideros de tertulianos, glosas de las virtudes de la ministra de Defensa Margarita Robles. Algunos la su...