miércoles, 30 de enero de 2019

Venezuela y las elecciones.



El asesor del presidente entró como una bala en el despacho que el presidente ocupaba en su periplo por la ciudad suiza de Davos. - ¿Qué pasa, Iván? -preguntó.  Resulta que el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, el señor Guaido, ha tomado el poder y se ha erigido en presidente “in pectore” de los venezolanos.
-Joder, otro marrón -dijo el presidente. Y de alcance. ¿Han dicho ya algo otros países? ¿Hay alguno que lo haya aceptado como presidente? Sí claro, dijo el asesor. Estados Unidos, Canadá, y la mayoría de los países del Grupo de Lima en América del Sur. En contra están China. Rusia, Cuba… ¿Qué hacemos nosotros, presidente? Tranquilo, dijo éste. ¿Qué ha dicho Merkel? Pues lo mismo que Londres y París, contestó el asesor. Que esperarán a una respuesta conjunta de la Unión Europea. Vale, pues de momento, me pones por teléfono con él y mientras estoy hablándole me haces una foto con toda esta nieve y se la mandas a la prensa. Así se va viendo que estamos en términos de resolución del problema. Al señor Guaido le diré que estamos en la línea de aceptar que la democracia brille en Venezuela y que apoyamos acciones de ese tipo siempre y cuando se respeten los llamados constitucionales y el mandato del pueblo, pero que no le apoyamos explícitamente, y a la Unión le proponemos un reconocimiento inmediato de Guaido como presidente.
Al día siguiente, la Unión Europea remitió un comunicado en el que, sin decantarse por ninguna postura oficial, decía que era prematura una decisión de ese calibre, pero que la democracia y los valores constitucionales… -Presidente, volvió a decir el asesor. Este comunicado oficial no nos arregla nada y tendremos que emitir el nuestro. Ha dicho Francia que da un plazo de ocho días para que el presidente Maduro se comprometa a convocar elecciones libres y, en caso contrario reconocer al opositor. Al presidente casi le entra un sarpullido al oír esas palabras. ¿Cómo que convocar elecciones? ¿Pero cómo vamos a decir eso? El presidente echó una mano a la barbilla y pareció estar pensando. A ver: le vas a decir al ministro de Exteriores que defienda que si en un plazo “muy razonablemente corto” no se pone en marcha la convocatoria de elecciones que tengan garantías, entenderemos que no existe la voluntad política de hacerlo y pasaremos a tomar otra clase de decisiones. Borrel defendió sin cortapisas la postura que se le había marcado dando por zanjado el problema diplomático. Aquellas palabras vanas, otorgaban a la aventura presidencial, unos nuevos días de asueto. Davos aun daba para mucho. ¿Dónde tenemos la próxima comparecencia?




lunes, 28 de enero de 2019

Pingüinos y el alcalde de Valladolid.



Resulta que el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, en un lamentable ataque de aporofobia (véase aversión y rechazo a los pobres o sin recursos) ha hecho unas declaraciones que venían a pedir más promoción a Valladolid con todo lo que ello llevase consigo, lógicamente incluyendo el probable detrimento que pudiese suponer para el resto de las ciudades de la Comunidad Autónoma.
El alcalde pide más porque entiende que es mejor tener una ciudad fuerte y a evidente distancia de las otras más pequeñas que mantener estabilidad entre ellas. Muy bien. Cada uno debe defender lo suyo y a este socialista no se le da nada mal. Otros lo han hecho anteriormente y no necesariamente de ese partido. Pero no, querido alcalde, como dijo Aristóteles, no basta decir solamente la verdad si no que conviene mostrar la causa de la falsedad y en este caso no tienes razón.
Valladolid es una ciudad ya de por sí muy beneficiada con ciertas ventajas como las que pueda suponer tener allí el Poder Legislativo y el Ejecutivo de la Comunidad, un Aeropuerto útil, Pingüinos, el AVE o ser paso obligado para cualquier destino de Alta Velocidad hacia el sur. Por supuesto, Zorrilla o Delibes.
Las grandes ciudades, y ésta lo es, tienen su propia suerte sin que tenga que venir un vendedor de humo a darles una publicidad que no necesitan.
En los pasados años 2015-2016, por algún motivo, quizá poco justificado, la alcaldía de Valladolid decidió dejar de organizar la concentración motera Pingüinos, sosteniéndose en algún problema ecológico. Treinta mil moteros, con toda la logística que acompañan, quedaban huérfanos de concentración. En ese momento yo pedí, demandé y rogué que Burgos adelantase un paso y se lo trajese para aquí. No hubo interés. Otros sí lo hicieron. Cantalejo en Segovia inició “La Leyenda Continúa” con una reunión que a estas fechas mantiene unos excelentes resultados que pusieron en alerta a Valladolid al haberle quitado parte de su poderío. Pero su suerte hizo que pasados esos dos años haya vuelto resurgido como si no hubiese pasado nada y sin perder un cliente. Alguien dijo que cuando en Valladolid inauguran un quiosco, allí están las cadenas de televisión nacional para dar bombo al evento. Esa ciudad tiene lo que se merece, ello sin ser empañado por las palabras de alguien qué parece pretender que la Comunidad tenga una ciudad y ocho pueblos. Valladolid y las otras provincias de la Comunidad deben tener lo que en justicia corresponda, evitando centralismos asfixiantes que aumenten las diferencias que actualmente ya existen entre ellas.

domingo, 27 de enero de 2019

CUADRADOS.


CUADRADOS
Hay que tenerlos cuadrados, pero bien cuadrados. Eso es lo que parece observando al común de partidos políticos españoles echando todo lo que tienen, en contra del nuevo partido. No es nuevo. Ya ha pasado antes. Más que discutir las condiciones de idoneidad para su alojo en la política española, parece que ven venir a alguien que les ha quitado algo del poder efectivo que tenían anteriormente y además provocando paritariamente tanto signos de rechazo como abrazos de simpatía.
Los partidos no deben olvidar que los votos que ha recibido este nuevo partido son realmente votos antiguos en su mayoría lanzados a la urna por votantes que antes lo habían hecho a otros partidos, aceptando ahora propuestas que los otros no ofrecían.
Se les acusa de “anti-esto” o “anti-lo otro”, sin parar a pensar que en muchos casos no han hecho ni la más mínima referencia hacia otros partidos del arco parlamentario que, en su momento, han colado sus propuestas y que no pasarían la prueba del algodón de la Ley de Partidos Políticos o mucho menos la Ley de Financiación de Partidos.
Aunque pueda parecer discutible, la realidad es que los partidos políticos deben estar en un permanente estado de alerta. En permanente estado de campaña electoral, viendo y tomando buena nota de lo que piden los posteriores votantes. Deben tomar nota en “tiempo de paz”, sobre los intereses de los votantes, viendo que mejoras sociales piden y mostrarles el costo que ello puede llevar. Viendo si el funcionamiento del país se debe sostener en subidas masivas de impuestos o llegar a pactos imposibles para mantener el poder.  Conociendo, en fin, el interés público que pueda tener el mantenimiento de gastos en expensas privadas o sangrías en subvenciones para asociaciones poco merecedoras de tal prebenda. Tal vez sería interesante que se planteasen la urgente necesidad de concluir que la sanidad debe ser igual (no equitativa, sino igual) en todo el territorio nacional. O que la educación no puede pasar por obtener disfunciones según la Comunidad en que se habite. En los posteriores mítines expondrían a su parroquia (no se olvide el voto cautivo no asiste a los mítines contrarios) sus soflamas y programas de gobierno y esos méritos quedarían manifestados en la presumible asistencia.
A la misma hora, PSOE y VOX han dado sendos mítines en Burgos y según los medios de comunicación aproximadamente han asistido más de 1000 personas al primero y casi 1000 al segundo. No tener en cuenta y estudiar profundamente este dato demuestra que, es evidente que los tienen cuadrados, pero que muy cuadrados.

NAVIDAD.


NAVIDAD.

Queridos lectores, familia, amigos, moteros, camaradas, vecinos, facebookers, bloggers youtubers, tuiteros y demás muchedumbre. Aunque pueda parecer presuntuoso por mi parte, quiero hablar en nombre de los navideños. Sí. Aquellas personas que cuando llega el día de Santa Bárbara ya estamos pendientes del día en que encenderán las luces de la ciudad o lleguen las barracas a la Plaza Mayor o pongan la pista de patinaje o la churrería del Arco de San Juan.  De aquellos que todavía felicitamos a postal o cantamos emocionados el “we wish you a merry christmas”. De aquellos que, en fin, todavía nos emocionamos con el aguinaldo solidario de los moteros el día de Navidad.  
La Navidad es esa época del año que hace que a quien más, quien menos, se le cargue de congoja el corazón al oír las penas que cargamos por ser habitantes de este mundo. Estas fechas nos ablandan los corazones y profundizan nuestro sentido de la amistad y la camaradería. Nos felicitamos unos a otros con grandes abrazos y elocuentes frases marcando nuestro júbilo. Por medio de un wasap, expresamos nuestro espíritu navideño con grandes muestras de solidaridad o videos animosos de todo tipo con campanitas y villancicos. Salimos a la calle preparados para imbuirnos de ese marchamo navideño, pero sólo nos incorporamos en la marabunta consumista que acoge estas fiestas y que llena nuestras calles de gente, con el cuello encogido por el frio, rauda y preparada para no volver a casa sin una buena bolsa llena de obsequios o hermosos paquetes de regalos.
Mientras, la Navidad en la tele, nos envía los consabidos anuncios de juguetes o los excesivos de colonias, a la gente de a pie nos trae la escasa iluminación, los villancicos cantados bajo el frio burgalés en la Plaza Mayor, los mercadillos navideños o la moda de las cenas de trabajo o comidas de antiguos colegas.
En otros tiempos, una Navidad más tradicional, más emotiva, nos hacía ver las cosas de otra manera y a partir del diez de diciembre ya cantábamos villancicos a voz en grito, anunciando la inminente llegada de estas fiestas. El día 23 ya cantábamos aquello de “mañana es nochebuena, pasado Navidad…” y el 24 animosos decíamos “hoy es Nochebuena, mañana es Navidad…”, luego el gusto por el primer turrón o su “…vuelve a casa, vuelve…por Navidad”. ¡Qué tiempos aquellos! Algo se ha perdido mucho, pero lo que debe perdurar es que la Navidad y su compañera Nochebuena son las fechas adecuadas para recordar a los que ya no la podrán pasar con nosotros.  Feliz Navidad a todos.



21/12/2018.


21/12/2018.

Sí. Esta es la fecha en que Pedro Sánchez se ha planteado, atrevido, osado, trasladar a su Consejo de Ministros desde su placentera ubicación en el Congreso de los Diputados a la Casa Llotja de Mar de Barcelona. Lugar todavía con posibilidades de no ser el definitivo.  
Sánchez, a quien, desde algún punto del Parlamento, le habían apretado fuertemente las partes, ha pedido una reunión con Torra, pretendiendo llegar a Barcelona como si se tratase de un Papa Noel adelantado, llevándole incluso regalos en forma de dinerillo, mejoras en pensiones o ventajas fiscales, pero éste no muy convencido de las bondades de tal reunión, ha declinado la invitación, diciendo que no es una visita “muy conveniente”. Las opiniones sobre la oportunidad de tal convocatoria o su relevancia política o, la más preocupante, sobre las condiciones de seguridad del acto, no se han hecho esperar. Tres cuestiones parecen fundamentales a la hora de evaluar esa decisión. La primera sobre la relevancia política de montar un Consejo de Ministros fuera de Madrid. Parece del género “perogrullesco” que el jefe de gobierno español puede declarar de interés para la nación o para cualquiera de sus partes que el Consejo se celebre en tal o cual sitio y por supuesto, es evidente, que cualquier parte del estado está en el mismo derecho de albergar la cuna de la democracia y del estado social y democrático de derecho. El Gobierno español puede ponerlo dónde le dé la gana porque España es toda ella una, grande y libre. Por lo que, por ahí, acertado. Por otra, la cuestión meramente económica. La que entiende la gente de la calle. ¿Cuánto costará esa genialidad presidencial? ¿He oído 300.000€? Marlasca ha dicho que va a mandar 5.000 policías y guardias civiles para apoyar a los 17.000 mozos y completar el dispositivo de seguridad. Buff. Parece mucha policía y con ello mucho gasto.  
Y, en tercer lugar, la evidente situación de peligro ínsito en la situación política que se vive en Cataluña. Los llamados comités “cdr” han llamado a la batalla, ostentando como enseña que el estado debe recular como sea, pretendiendo incluso asaltar el parlamento catalán o anular el juicio del “proceso”. Es evidente que para controlar eso, las fuerzas policiales deberán hacer algo de fuerza. Además, que haya sido el honorable presidente quien ha llamado a la guerra, desaconseja o por lo menos plantea dudas sobre la conveniencia de su mantenimiento. En fin. De concluir, decir que cualquiera de las provincias de Castilla y León estaría orgullosa de ser titular de la constitución de un Consejo de Ministros en sus ciudades, pero…, no sería tan emocionante.

VOX.


VOX.
El primer dolor por la debacle electoral del PSOE en Andalucía del pasado domingo ha ido remitiendo y los partidos han pasado a marcarse conclusiones. La primera, como no podía ser de otra manera, es que todos han ganado. El PSOE ha perdido, pero Susana Díaz ha dicho que, sin contar los votos de Vox, el PSOE ha ganado las elecciones por mayoría.??? El PP ha perdido, pero ya postula por encabezar una hipotética unión de partidos perdedores. Ciudadanos ha mejorado su posición, pero sin lograr el “sorpasso” al PP. Del Partido de Teresa, ni hablar. Y Vox ha irrumpido en la política andaluza con fuerza y potencia, con doce diputados.
Surge, ahora, una pregunta en muchos foros: ¿Son extrapolables estos resultados andaluces a unas elecciones a la Junta de Castilla y León o a los Ayuntamientos castellanos y leoneses? O más profundamente: ¿Tendría posibilidades un partido de “ultraderecha” de acceder al Parlamento de la Junta de Castilla y León o a alguno de sus Ayuntamientos?
Partiendo de la base de que el personal está muy cabreado, en general, con la actuación de sus líderes políticos, por qué no. El murmullo que desde hace tiempo concentra las conversaciones de barra en los mejores foros de bares y tertulias, nos dice que el votante en general se está planteando, muy mucho, otorgar un severo correctivo a los partidos de siempre, por holgazanes, olvidadizos y engañadores.
En contra, están las declaraciones de los políticos de toda la vida, cuando dicen que hay que evitar a toda costa que un partido de ultraderecha entre en los parlamentos o cuando tildan a Vox de “derechón”, anticonstitucional, antieuropeo, extremista o incluso fascista, luego de otras perlas.
Veamos. Derechón sí. Anticonstitucional, no, ya qué lo prohíbe la propia Ley de Partidos. Extremo, no sé. Aunque Vox esté a la derecha de la derecha, por lo visto, sus votantes no lo están. Y ¿Fascista? En Andalucía han aparecido algo más de cuatrocientos mil fascistas no contabilizados, así que, por qué aquí no podrían aparecer otros tantos.  
¿Será posible qué en Burgos, acceda VOX al concejo local con media docena de concejales? Recordemos que en Burgos no hace muchos años, un partido “inaudito” se atrevió a ir contra el “establishment” y se hizo con tres concejales en el Ayuntamiento. Así que: Cuidadin. 
Saquemos un aprendizaje de todo esto.  Vox os ha cogido a contramano y creyéndoos la chapuza de Tezanos y “su” CIS, os habéis limitado a dar unos mínimos que se ha demostrado han sido in suficientes. Así que, por si acaso, yo me leería bien sus programas ...el que avisa...

MILITARES Y CONSTITUCIÓN.

  Escucho en foros políticos y mentideros de tertulianos, glosas de las virtudes de la ministra de Defensa Margarita Robles. Algunos la su...