miércoles, 14 de marzo de 2018

08 de marzo. Huelga de mujeres.

El próximo día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se ha convocado por CC.OO y UGT, una huelga femenina llena de reivindicaciones personales, laborales e incluso fisiológicas que tratará de demostrar que si las mujeres paran, el mundo se para. Lo siento. Considero que para avalar tal afirmación no hace falta una huelga. Eso ya es cierto. 

Las pretensiones han sido plasmadas en un Manifiesto de reivindicación que pasa por impedir la llamada brecha salarial para conseguir que haya igual salario por igual trabajo. Hasta ahí, cierto. Pero no podemos culpar de esta brecha a la derecha o a la izquierda. Ninguno de los gobiernos ha hecho mucho por remediar un problema que debería haber estado solucionado hace años. 

Cierto es que la igualdad exige un cuidado exquisito a la hora de valorar cuál es la retribución que van a recibir unos y otras y lamentablemente pueden existir todavía casos, pero es cierto que hoy en día, por mucho que digan las estadísticas, no parece que el común de los trabajadores y las trabajadoras en el mismo empleo y con las mismas obligaciones cobren diferente sueldo. 

Por otra parte, aunque sea igualitario pretender que haya mujeres mineras, policías, jueces o bomberas, hay empleos que por su propia tesitura son difíciles de prestar para el común de las mujeres. Preguntaba un trabajador de un taller de metal ¿cómo sería qué una mujer trabajase con ellos? La propia coyuntura de ese empleo suponía tener las manos llenas de grietas y llagas, consecuencia de ese trabajo. Perdón: ¿será machista hablar de la belleza de las manos de una mujer? 
Que hay que conseguir que los hombres participen en las labores de casa, pues cierto y desde hace muchos años. Que hay que conseguir que los hombres y las mujeres desempeñen conjuntamente el cuidado de los hijos o el cuidado de la casa, por supuesto y desde hace muchos años, pero no podemos pretender que algo que viene de tantos años y tantos siglos se modifique de un plumazo.

He dicho anteriormente en esta columna que debemos de partir de un adecuado Sistema Educativo propio para todo el Estado, donde las directrices para conseguir que la igualación entre sexos sea garantizada y efectiva sean reales. 
Mientras tanto, en esta España que nos ha tocado vivir, la única manera para conseguir algo será la dura manifestación social. Así que, si queréis conseguirlo, tenéis que manifestaros y solicitar lo que ciertamente consideréis que es vuestro derecho. Ahora bien, no olvidéis que la desigualdad social, salarial o equitativa no se debe confundir con la desigualdad fisiológica.

Frío en Secundaria

Hoy, segundo martes y trece de este 2018, me planteo dar voz a un colectivo desatendido por la Administración y que por su corta edad no está en disposición de hacer una manifestación o una huelga en repulsa contra lo que a continuación expongo.

No hace mucho se publicaron en los diarios los sueldos del alcalde y concejales del Ayuntamiento de Burgos y poco antes se había publicado la relación de los estipendios que venían a cobrar los directores, entre ellos la burrada de dinero que cobraba el director de Aguas de Burgos. También no hace mucho se había publicado la relación de los jornales de nuestros amados políticos de ámbito nacional. Todos ellos bien forjados de sueldos, dietas y prebendas.

Además, regularmente la prensa se hace eco de que tal o cual Ayuntamiento ha hecho tal o cual gestión en la compra de solares, pago de compromisos o similar. Véase, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Burgos, el dinero o retribución en especie a abonar a la empresa que había anticipado la compra del solar de Artillería o las deudas de Villalonquéjar o del desvío. 
En fin, grandes inversiones de dinero, posiblemente necesarias.

Una larga introducción para acercar el punto a la i. Ciertamente. Los grandes problemas y responsabilidades que afectan a las ciudades no deben marginarse, pero, los árboles no deben impedir la visión del bosque. Otros pequeños inconvenientes también afectan a la ciudadanía y nos perdonamos a nosotros mismos por considerarlos menores. Efectivamente, parece que nadie se ha dado cuenta que en ciertas instituciones educativas –véase, por ejemplo, el Instituto López de Mendoza de Burgos- los niños de secundaria no disponen de calor en las aulas. ¡En Burgos y sin calor en las aulas! Inverosímil.

No importan los porqués; ya sean por defectos en la calefacción o porque no hay cristales en las ventanas. Un niño no debe ir a ninguna escuela y recibir los conocimientos al abrigo de chaquetón y gorro, mientras el docente se seca el moquillo con una punta de la bufanda.

Sobran políticos, funcionarios o encargados, muchos de ellos amortizados, que puedan revisar, hacerse cargo y tener al día una cuestión tan cardinal como esa. Alguien deberá responsabilizarse y presentarse ante los docentes y alumnos explicando porque en un país en que parece que sobra el dinero para tantas cosas, se tiene que asistir a clase con abrigo y bufanda. «Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible, que diría Talleyrand.

¿Cuál es la solución? Bueno pues, la solución por supuesto es que el ministro de Educación o persona de quién dependa semejante responsabilidad lo solvente con carácter inmediato. Pero no para el año que viene. Para ahora, que todavía estamos en invierno.

Huelgas o manifestaciones.



Se decía en un bar entre unos hablantes, mientras pasaba la manifestación, si un feminismo mal entendido puede acabar con el mundo. Un poco exagerado pero interesante como propuesta para otra carta.

La valoración de la huelga del día de la mujer trabajadora y si ha tenido éxito o no, la deberán hacerla los medios de comunicación que estimarán los resultados. De momento, los periódicos se han apuntado al carro de valorar la asistencia a los efectos que ha hecho en el resto de la sociedad y sobre todo las connotaciones de carácter general que ha llevado consigo. Poco que decir después de tanta verdad solicitada y poco que decir después de un planteamiento que se ha hecho exigible dadas las actuales condiciones y ciertas desigualdades entre hombres y mujeres.

Pero si la huelga era necesaria o no es algo que va ínsito en el propio lema general de la convocatoria: “si se paran las mujeres se para el mundo”. Este lema es de Perogrullo, es evidente que sí. Nadie en su sano juicio sería capaz de contradecir una verdad absoluta como esa. Pero para mantener eso, no hace falta una huelga.

El problema de todas las huelgas es que además de pedir o reivindicar lo que se pretenda, se politizan absolutamente y depende mucho de quien las hubiera convocado para ver la dirección que se toma. Aquí, dadas las especiales características de lo que se pedía y de quien lo pedía, se ha pretendido distanciarla de las huelgas generales de toda la vida. 
Eran las mujeres quienes lo pedían, como eran las mujeres quienes solicitaban que las brechas desapareciesen tanto en el ámbito social como en el laboral como en el familiar. Alguno habrá que haya pensado que ésta era una huelga rosa. Nada más lejos de la realidad. Ahora bien, no era una huelga al uso. Era mucho más fina, más exquisita. Por eso no ha habido grandes reclamaciones cuando se comunicó la protesta. 

Pero las organizaciones no han entendido que estas reivindicaciones no pasaban por intentar abusar de la gente que, por los motivos que fuera, pretendía hacer uso de su legítimo derecho constitucional a no hacer una huelga y así sin atender a la connotación de que se trataba de una huelga de mujeres se han dedicado a fortalecer a los piquetes informativos pretendiendo que una de las soluciones para conseguir mayor aceptación entre las mujeres y hombres y conseguir la disminución de todas las brechas posibles era, sencillamente, querer cerrar tiendas.

Las mujeres no se merecen eso. Si lo que se pretende es la igualación, no podemos pasar por empezar igualándonos a las huelgas generales en las cuales se pretende cerrar todo para conseguir un objetivo. 
No será fácil conseguir que cada vez que se quieran reafirmar estas peticiones, sea necesario hacer una huelga. Quizá sea suficiente la manifestación, eso sí, multitudinaria.

jueves, 1 de marzo de 2018

Fugados.

 
UN AMIGO que ha fallado un par de veces en el cumplimiento de las normas de tráfico y ha tenido algún problemilla con Hacienda se ha planteado fugarse de España. Dirás tú cómo se hace eso de fugarse si en España estás siempre pillado por Hacienda o la Guardia Civil. Él dice que debería ser improbable que sólo por saltarse un semáforo en naranja o por haber dejado de declarar una dieta de cuatro perras, el Estado te persiga por vulnerar la Ley y el Estado de Derecho. Se pregunta cómo será posible que tan rápido le hayan localizado y, sin embargo, gente acreedora de pasar por las penas del infierno por cometer auténticas gamberradas han cogido la puerta y dando un portazo se han largado sin más.

Las películas de fugas, un clásico en la cinematografía, nos mostraron como escapar buscando una situación mejor: “Camino a la libertad”, “Fuga de Alcatraz”, “Papillon”, “Evasión o victoria” o “La gran evasión”. Que buenas fugas. Pero sólo teoría.

La realidad nos la han enseñado el expresidente de la Generalidad Sr. Puigdemont y la activista del partido CUP Sra. Gabriel. Tirando de aquellos conocimientos, han pasado a devengar mejor situación: el uno en Bélgica y la otra en Suiza. Y claro, se pregunta mi amigo por qué precisamente a esos países. Simple: estos países no son proclives a aceptar extradiciones y en España hubieran pasado directamente a “villacandado”.

En su nueva situación, Puigdemont ha cambiado el peinado, se ha colocado a rosca el lazo amarillo y se ha dedicado a vender su humo a todo aquel que le quiere oír, con la consecuencia añadida de que al no existir una orden internacional de detención contra él puede pasar sus días alegremente haciendo besamanos y dando grandes discursos por Skipe.

El de Gabriel es algo diferente: el juez Llarena la había citado y ella le ha dado calabazas. El juez ha dictado una orden de detención nacional contra ella que la ha hecho sentirse perseguida políticamente y se ha fugado a Suiza, país donde efectivamente protegerán sus derechos. Pero, ay, no ha sido gratis. Se ha visto obligada a cambiar de look.

Se ha debido lavar el pelo y soltar el flequillo. Ha debido maquillarse, pintarse el ojo y algo el morrete y con poco más y su nueva pinta de pija se dedicará a dar clases en francés. Bien; en Suiza siempre hace falta mano de obra.

No importa que sea uno de los países más capitalistas del mundo, ni mucho menos que ella haya sido el referente del ala dura del antisistema y anticapitalismo español. En fin; si han pillado a Roldán, Ruiz Mateos o Santiago Carrillo, todo se andará.

MILITARES Y CONSTITUCIÓN.

  Escucho en foros políticos y mentideros de tertulianos, glosas de las virtudes de la ministra de Defensa Margarita Robles. Algunos la su...