La Liga de Fútbol nos ha recordado lo exiguo del verano
y en mitad de agosto nos ha metido en la temporada de invierno. Sí, sí. Como el
agua en un canasto.
Las rebajas habían desaparecido de los escaparates
hacía semanas y la ropa de invierno hecho acto de presencia, adelantándonos lo
que puede avecinarse. Ya se sabe: si tienes un buen verano, no te quejes si
luego viene un buen invierno. Lo cierto es que ya va para dos semanas que la
Liga nos ha dejado los primeros titulares y como casi siempre, el Madrid y el
Barcelona se han puesto en cabeza.
La gente de a pie entramos directamente, sin
anestesia paliativa, en el inicio del curso político, cargado con todas las
cuestiones pendientes de antes del descanso veraniego: el eterno debate sobre
la modificación de la Constitución y su corolario en la Ley Electoral; la solución
definitiva a la espinosa cuestión del plebiscito soberanista catalán del uno de
octubre; el desarrollo por Ley de los parámetros necesarios para imponer una
solución en aplicación del artículo 155 de la Constitución.
A cambio, esperaremos que las soluciones dialogadas
sean suficientes, que las manifestaciones contra el terrorismo o las
declaraciones de repulsa sean bastantes para liquidar un problema que se
acrecienta o la posibilidad de que finalmente luzca el respeto a los símbolos y
se eviten pitadas y falsos homenajes.
Esta temporada será la de la solución a ciertos
asuntos pendientes de resolver: el Sr. Pujol y su defraudadora familia, la
ejecución de la sentencia del Sr. Urdangarín, la continuación de la tramitación
de los ERE,s iniciada por la Juez Alaya, las financiaciones ilegales o el cumplimiento
de las promesas sobre el AVE directo y el desdoblamiento de la AP 1…
A pie de calle, el curso escolar nos trae una nueva
subida de los precios de los libros de texto, que no una mejora en su calidad,
además de una subida generalizada de los impuestos municipales. En fin, lo de
siempre. Pero volviendo al futbol, lo que realmente ha dejado el verano han
sido las cuchilladas traperas con que se ha despertado el mundo del futbol:
investigaciones policiales, encarcelamientos, dimisiones, ventas y reventas
millonarias de jugadores, Neymar y su espantada…
Mucho parece, pero seguro que de todo esto habrá,
no tardando, mucho más. Bueno, siempre nos quedará Juego de Tronos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario