miércoles, 17 de junio de 2020
EL EQUILIBRIO DEL TREN: Jueces y puertas giratorias.
Pero, en pago de los servicios
prestados se le pone en la calle, de manera fulminante, por falta de confianza.
Expresión práctica para marcar en un instante a quién, se quiere o no en un
determinado puesto. Sabemos que la Guardia Civil, por su propia coyuntura asume una doble
dependencia. Una civil y policial con el Ministerio del Interior y otra militar
con el Ministerio de Defensa, con confianza sustentada en ambos ministerios.
La “presunta” falta de confianza
la acreditó y firmó el ministro de Interior argumentando que, el coronel de los
Cobos no quiso dar a conocer directamente a Interior los informes de los
guardias civiles que estaban trabajando en labores de Policía Judicial a las
órdenes de una juez de Instrucción. Ole sus pelotas. Quien le destituye,
debería conocer perfectamente este tema ya que, fue juez y magistrado; quizá de
los mejores en los años de democracia, pero que, lamentablemente, se ha vendido
al poder establecido, olvidando que los cometidos de la Policía Judicial se
regulan en una extensa normativa que va desde la Ley de Seguridad Ciudadana,
hasta la Ley Orgánica del Poder Judicial o la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
sin olvidarnos que su marco constitucional es el artículo 126 de la
Constitución, que da carta de recorrido a las actuaciones a esta policía en
favor de jueces, magistrados o fiscales.
Ante las quejas recibidas, el
ministro ha intentado comprar el sistema, subiendo el sueldo a los guardias
civiles, que ya llevaban años solicitando equiparación con el resto de los
policías autonómicos. Ejemplo, uno más, del ansia de poder y control que
esgrime el gobierno en todas sus actuaciones y que aumenta la confrontación
entre gobierno y ciudadanos.
El problema es que ha topado con
el Benemérito Cuerpo. Aquel que tiene como lema “el honor es mi divisa” y que
rinde pleitesía únicamente al pueblo que es quien le manda. La Guardia Civil ha
recogido el guante y siguiendo una de sus máximas “paso corto, vista al frente
y cara de mala leche”, ha seguido a lo suyo, esperando el previsible recurso
que el coronel presentará para
preservar su derecho al honor.
El ministro se ha equivocado y no
debe olvidar que la etapa de poder se
acabará y, con toda seguridad, volverá a la carrera judicial, exigiendo a la
Policía Judicial a sus órdenes, absoluta obediencia a sus instrucciones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
MILITARES Y CONSTITUCIÓN.
Escucho en foros políticos y mentideros de tertulianos, glosas de las virtudes de la ministra de Defensa Margarita Robles. Algunos la su...
-
Capítulo uno. Balbuceos. El segundo día comenzó como empiezan los grandes acontecimientos: con estallido de cohetes y grandes fuegos...
-
No habían pasado ni dos minutos cuando aquella cara me miró y me preguntó si estaba atontado. Luego supe que aquel energúmeno era lo que ll...
No hay comentarios:
Publicar un comentario