Defensa está de moda. Hace unos
días han circulado unas fotografías en Internet donde se reúnen unos militares
alrededor de una mesa en la terraza de una cafetería, portando armas. Que
ofensa.
Quizá como consecuencia de la
próxima sentencia del “proceso” por el Tribunal Supremo el gobierno catalán y
otras instituciones de su cuerda han pedido inmediatas responsabilidades. Investigaciones,
sanciones y arrestos. Faltaría más. Lo cierto es que Defensa ha dicho que va a
hacer una investigación y los medios digitales e incluso algunos escritos, han
apurado a decir que efectivamente se les va a sancionar. No me lo puedo creer.
Me pueden más las ganas que el
empleo, así que me pongo en modo abogado y empiezo a sacar las posibilidades de
una buena defensa para estos soldados.
Parece ser que son unos soldados
qué viniendo de unas maniobras, paran en alguna ciudad de Cataluña y dado que
el conductor ha cumplido los plazos marcados en el tacómetro del autobús, deben
esperar a que esos plazos transcurran. Mientras tanto su capitán les dice que
bajen del bus y que, a falta de armería, se lleven el armamento a la espalda. No
es nuevo. Ya antiguamente se decía en la mili que el arma no era más que una
prolongación del brazo. Los soldados entran en un supermercado, se sientan en
un café o se apoyan al lado de un barril. Y aparece el de la foto.
En esas fotos, se ven soldados comprando
en el super y con bolsas en la mano, con el armamento colgado a la espalda.
Bien. El único peligro percibido es el posible aumento de la contaminación por
el plástico.
En otro par de fotos se ven unos
soldados, aparentemente charlando alrededor de un barril, donde encima aparecen
unas botellas o latas de cerveza.
En otra de las fotografías
aparecen unos soldados sentados alrededor de una mesa también y efectivamente
también encima de la mesa, aparecen unas botellas.
Los medios han apurado a decir
que están tomando unas cervezas y que Defensa debe investigar por sí alguna de
esas acciones pudiera estar prevista y penada en el Régimen Disciplinario
Militar. Militares bebiendo fuera del establecimiento de militar con manejo de
armas. Blanco y en botella: militares, armas, cervezas. No cabe duda. Pero no, señores
no. El artículo 24 de la Constitución es muy claro en cuanto a la presunción de
inocencia y ésta es así para lo bueno y para lo otro. También para los
militares.
En primer lugar, vemos que en
ningún caso aparece en esas fotografías alguno de los soldados fotografiados sentados
que pudiera tener sus armas con una mano y en la otra una cerveza. Afinando, se
me ocurre que esas cervezas podían haber sido “sin alcohol” o afinando todavía
más, que ellos se hubieran sentado en unas mesas en que hubieran permanecido restos
de consumidores anteriores y que todavía no se hubiesen retirado.
Si las pruebas no demuestran que
han agarrado las botellas y, además, que se sepa a ninguno le han hecho el test
de alcoholemia, el resto son presunciones o sea nada. Defensa debe investigar,
pero sin equivocarse de acción y sin dejarse llevar por manejos políticos o
mediáticos. Ver de cuando son, quién ha hecho esas fotografías o quién las ha subido
a Internet. Por qué, yo me pregunto: la Ley de protección de datos también defiende
a los militares ¿O no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario