Rápidamente
han pasado ya dos años desde que los burgaleses decidieron no apoyar con
mayoría absoluta al Excmo. Sr. alcalde de Burgos que repetía para probar
fortuna. Dos años en que la tónica general ha sido la mala negociación, la
discusión permanente y la no aceptación de una situación que obligaba al pacto,
el acuerdo y el consenso permanente con el resto de los grupos municipales.
Aun
así, su excelencia, que nos sorprendió en su momento con un pacto arreglando un
triplete que le quería apear del sillón curul, nos ha asombrado con un discurso
en toda regla, exponiendo los grandes logros que se han hecho en el concejo en
este plazo. Rodeado de sus concejales y en un tono distendido que nada tenía
que ver con el normalmente agrio tono empleado en los debates municipales, nos
ha dejado tranquilos: “señores, todo va bien; o entre bien y muy bien”. “Aun con la dura oposición del resto de los
partidos imperantes en el municipio, hemos llegado a ¿ocho? acuerdos con la
oposición…hemos hecho… hemos acabado…incluso hemos conseguido bajar la horrible
deuda que arrastraba el Ayuntamiento. Estamos preparados para seguir otros dos
años en la brecha y seguir favoreciendo a los ciudadanos con nuestras políticas
serias y austeras…bla, bla, bla”.
Luego,
aprovechando lo del Pisuerga, arremetió contra el PSOE, Ciudadanos (un poco más
flojo) y contra Imagina, a quien puso contra las cuerdas políticas por su
actuación pachanguera y circense.
Siendo
positivos y creyendo las diatribas de su señoría, me pregunto a cuenta de qué nos
sorprende con tal presentación, para luego perder el tiempo pretendiendo
vendernos una moto de gran cilindrada y hablar de futuros sin recordar los
presentes e incluso los pasados que acucian al concejo.
Pasó
de celebrar haber reducido la deuda municipal en cuarenta millones, a no señalar
que el pago a los proveedores duerme el sueño de los justos. Igualmente, obvió la
cuestión de las reclamaciones de devoluciones de los excesos cobrados en el
pago del temido impuesto sobre el incremento de valor de los bienes de
naturaleza urbana; la plusvalía, vamos. O que cuando el Tribunal Constitucional
acabe con la ficción de que una venta de vivienda siempre produce beneficios y
pondere que se debe cobrar por la venta real, se dejará de ingresar unos 15
millones…
Podía
haber quedado bien con los ciudadanos y haber explicado qué pasa con el AVE
directo, el Plantío, la deuda del ferrocarril, o por qué no, con la “NO
enfermería” del vibrante Colliseum o con el cartel de los toros de este año. Incluso
con el lío de Morenito...
Siga
así, señoría, no flaquee, y como dijo el gran Toni Curtis en la divertida “La
pícara solterona”: no dejes que la verdad te estropee una buena noticia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario