Esta
Semana Santa nos hemos despertado con la noticia de que la oposición de buena
parte de las Comunidades Autónomas y con ello del Estado han puesto el grito en
el cielo porque una institución llamada Congregación de Mena llevó a unos Caballeros
Legionarios a cantar su himno a unos niños con cáncer en el hospital materno
infantil de Málaga.
Parece
ser que la idea principal era llevarles unos borreguitos de peluche, símbolo
visual del carnero de la Legión y animarles la mañana a estos niños, para lo
que contaban con todas las autorizaciones y bendiciones, incluida como no podía
ser de otra manera la propia de los padres que conocían de antemano el programa
de actividades que se iban a llevar a
cabo, incluido el conocimiento de que se cantaría su himno a los niños.
Los
legionarios, devotos del Cristo de la Buena Muerte, tienen como himno propio esta
coplilla “el novio de la muerte”, que
todo el mundo conoce y que glosa el valor, coraje y valentía que se supone
manifiesta en este personal legionario y que se entona al ritmo propio del paso
de Legión.
Indudablemente
las canciones no siempre generan el sentido de lo que se quiere decir, por lo que quien planteó semejante evento
quizá debería haberlo pensado un poco más reposadamente para evitar
susceptibilidades. Pero de Perogrullo es, que si hablas con alguien, no puedes
pretender que glose los beneficios y logros de los demás, sino que mostrará lo
suyo. O como diría mi abuela: ¡Igual querían que los legionarios cantasen jotas
o canciones infantiles!
Aun
así, y a pesar que nadie de las familias afectadas ha puesto el más mínimo
inconveniente, han dado toda clase de explicaciones y disculpas que, por
supuesto, no han sido admitidas. La oposición está indignada y se ha apresurado
a contestar y hacer críticas de humor en twiter, parodiando la visita y
remedando otras que se podían haber hecho.
La
misma oposición que ahora contiende es la que no hace mucho pretendía retirar
la misa dominical de la televisión, por lo que mucho me temo que la cosa no va
tanto por haber facilitado la entrada de los legionarios en el hospital, sino
más bien por un pataleo vinculado a los follones que ésta tiene con el veto a
la Semana Santa que, dolorosamente para ellos sale airosa de cualquier
oposición que por delante se le ponga, o porque quizá estén dolidos por no
haber recibido su propio borreguito de peluche.
Dicen que la ignorancia es atrevida,y en este caso esta fuera de toda duda. Hay que ser un burro muy osado (y que me perdonen los pollinos) para cuestionar la comunión de La Legión y los malagueños.
ResponderEliminarEn Málaga los Jueves Santo se abarrotan las calles, sale el Cristo de Mena y todos somos legionarios, tomos nos emocionamos cantando "El novio de la muerte"; quizás la primera canción que aprendimos de chicos al meternos nuestro primer chute de ardor guerrero, cuando los vimos pasar por primera vez desde un abarrotado balcón o a hombros de nuestro padre en una esquina llena de gente.
Pincharon en hueso (les molestará mi argot taurino),las quejas podemitas han publicitado este generoso acto del Tercio, y si este año visitaron a los niños del Materno infantil el año que viene habrá un aluvión de solicitudes.
Tengan cuidado que de todos los sitios se vuelve menos del ridículo... y es que en Málaga lo tenemos muy claro y el grito es unanime:
AQUI LA LEGIÓN. !!!!!
Fernando Pons
Cofrade, malagueño y artillero