Se
ha celebrado en Burgos el Campeonato del Mundo de Esgrima femenino sub 20. Sí,
ese deporte en que los practicantes se denominan tiradores y el éxito consiste
en tocar sin ser tocado. Fácilmente he podido reparar de la entidad e
importancia deportiva y económica de un evento que han disputado casi doscientas
tiradoras de veinticuatro países con toda la parafernalia que llevan consigo.
Interesado
en la organización del acontecimiento, me asombro al conocer que toda la
cuestión organizativa la había llevado a cabo la Sala de Esgrima de Burgos (SAESBU).
Desde buscar y trasladar a los árbitros, equipos organizativos y tiradoras a sus
hoteles, preparar y presentar el lugar donde se efectuarían las eliminatorias o
adecuar un lugar emblemático y atrayente como es el Fórum Evolución de Burgos
para presentar una final lucida que no desmereciese su relevancia.
Pero,
cuidado, aunque quiera parecer que ese club posee toda clase de medios técnicos,
económicos y humanos para confeccionar la ejecución de tal evento, no es así. Los
operarios han sido los alumnos que practican a diario en ese club, y sus
padres, quienes voluntariamente han llevado a cabo el transporte, catering y
logística de una actividad a gran escala como esta, la seguridad del evento, el
montaje y ejecución de la faena y el abono de los gastos que ello ha llevado
consigo. Incluyendo la buena imagen de la ciudad que, sin duda, se habrán
llevado los participantes a sus países. Enhorabuena.
El
Ayuntamiento de Burgos, receptor directo de esa imagen ha aportado la presencia
de la Concejal de Deportes y la Diputación de Burgos no se ha dado por
enterada. Así, sin minusvalorar las autoridades que allí concurrían se ha echado
de menos al alcalde y al presidente de la Diputación. Se ha echado de menos a
la televisión local, la de Castilla León y a Televisión Española. Y sí, se ha echado
de menos a los anunciantes locales que hubieran podido aprovechar el tirón de una
actividad en la que han participado países de la talla de Brasil, Japón, USA o
Canadá.
Supongo
que nuestros próceres habrán valorado como escasa la entidad de este
acontecimiento deportivo, para dejar lo que hayan estado haciendo un sábado por
la tarde. Claro. Diferente hubiera sido un mundial de fútbol, la final de la Champions
o siquiera un partido de futbol de la selección española.
Señores,
reflexionemos y estemos a lo hay que estar. Defendamos lo que tenemos y démosle
toda la relevancia posible, con el bombo y boato necesario para que se conozca
en la Comunidad y fuera de ella. Despertemos y seamos realistas, ¿Cuánto tiempo
habrá que esperar para que una ciudad como Burgos organice un evento de esas
categorías? En pocas palabras: crones.
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