lunes, 17 de agosto de 2015

LAS REUNIONES DEL MINISTRO DE INTERIOR.

De todos es sabido que las grandes decisiones y designios de la vida pública nos están vedadas al común de los mortales. Pero muy a su pesar, de vez en cuando, por un motivo u otro, estas decisiones y designios trascienden a la opinión pública.
A veces oímos que tal o cual político se han reunido con tal o cual persona, sin que esto haya trascendido. Es muy posible. Una parte que se entiende muy importante de la vida pública son aquellas reuniones al más alto nivel que deben realizar los protagonistas…Aznar se reunió con Bush y compañía, Zapatero o Bono, lo hicieron con Pablo Iglesias, el exministro José Blanco se reunió con un representante, e incluso la familia Tejero se reunió no hace mucho a tomar una paella. Y lo que te rondaré, morena. Ahora y en pleno período vacacional ha vuelto a pasar.
El ministro del interior Jorge Fernández, se ha reunido en su despacho ministerial con Rodrigo Rato, exministro y expresidente del FMI. La noticia no podía ser más venial, si no fuese por qué, pese a quien pese, se encuentra imputado por la presunta comisión de varios delitos de carácter fiscal y está siendo objeto de una profunda investigación, amén de que ha debido abonar una importante fianza y aceptar que varios de sus bienes hayan quedado sujetos a embargo.
De la reunión no han trascendido mucho más que las propias declaraciones de Fernández Díaz y Rato. El primero ha dicho que no realizó gestión alguna en relación a la situación procesal de Rodrigo Rato y que la reunión fue a petición de Rato por una cuestión de carácter exclusivamente personal. El segundo ha dicho que se habló de lo que le está pasando. Diferencias notablemente sustanciales.
Está claro que sobre el fondo no sabremos nada hasta que alguien nos lo quiera contar, por lo que tendremos que esperar a que los interesados se dignen a ilustrarnos con alguna explicación que arroje luz sobre tal reunión, por lo que parece que, de nuevo, pasan a ser importantes las formas. Otra vez las formas. Aunque pueda parecer un formalismo libre de toda sospecha, que el ministro reciba a un antiguo colega en su sede ministerial, parece poco serio que lo haga con alguien que se encuentra en las circunstancias de Rodrigo Rato. Es innegable que deben existir medios suficientes para quitarle oficialidad a tal reunión y ponerla en el lugar que le pueda corresponder.
La inmediata ha sido que algunos partidos políticos, PSOE, Izquierda Plural, UPyD o Convergencia, y asociaciones de guardias civiles como AUGC o sindicatos policiales, han pedido la dimisión de Fernández Díaz. Esperemos que la comparecencia del ministro en el Congreso, nos saque de dudas.
Y mientras Mariano ha dicho que no va a haber nada de particular en este asunto. Otra vez procastinando.

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