domingo, 9 de agosto de 2015

EL LÍO DEL PSOE.

Con la famosa película de Luchino Visconti “El gatopardo” se vino a acuñar el término, que posteriormente ha tenido gran aceptación en política, "gatopardista", viniendo a llamarse así al político que inicia una transformación política revolucionaria pero que en la práctica sólo altera la parte superficial de las estructuras de poder, conservando intencionadamente el elemento esencial de estas estructuras.

Desde que fue encumbrado a la secretaría general del PSOE, Pedro Sánchez, viene actuando de manera gatopardista para hacerse con el poder, con todo el poder. En el pasado mes de febrero, dio un golpe de mano en el Partido Socialista de Madrid y expulsó de la dirección al secretario general, Tomás Gómez, anteriormente alcalde de Parla. 

Quizá porqué existía la posibilidad de que estallase un caso de corrupción por el asuntillo de las investigaciones del tranvía de Parla e incluso de la operación Púnica, y con ello el deterioro grave de la imagen pública del PSOE en Madrid. Quizá porqué Tomás Gómez se enfrentó a Zapatero por la cuestión de las primarias en la Comunidad de Madrid. Quizá porqué Zapatero apoyó a Pedro Sánchez como candidato a la Secretaría General del PSOE. Quizá porqué quería mandarle un recadito a Susana Díaz con el asunto de los ERE,s, Chaves y Griñán… Motivos no le faltaban.

Ahora, basándose en su propia declaración de principios morales, ha dicho que el PSOE está dirigido por la dirección federal y, sin despeinarse, con el lógico aval de la nueva ejecutiva del Partido Socialista de Madrid, ha cesado a Antonio Miguel Carmona, aspirante -que fue- a la alcaldía de Madrid, y que había sido elevado a esos altares por el apoyo que le había prestado precisamente Tomás Gómez. 

Los motivos, aun no siendo claros, parecen seguir el perfil de la nueva línea política del PSOE y su acercamiento a Podemos. Carmona había dejado claro que no permitiría que Carmena pisase las líneas rojas. 

Si Pedro Sánchez esperaba una respuesta tranquila y sosegada, se ha equivocado. Carmona ha dicho públicamente que, de fondo, hay una cuestión interna de división del partido y que en el PSOE y el PSOE de Madrid se debe buscar una nueva línea de personas que busquen el interés del partido y no el de las propias personas, por lo que Sánchez y su equipo deben dimitir, y que no descarta un asalto a la alcaldía. Han entrado en guerra.

Con este fenomenal lío, el problema se ha caído encima directamente a la alcaldesa actual Manuela Carmena que ha quedado a expensas de lo que pueda pasar en un posible pacto entre lo que queda del PSOE y el PP de Esperanza Aguirre que, como es público y notorio, ya ofreció en su momento la alcaldía a Carmona. 

No importa. Para conseguir más poder, Pedro Sánchez seguirá con su política de cambios, calcando lo que hace el personaje de Tancredi en El Gatopardo: “hay que cambiar todo para que nada cambie".

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